Las dietas inconclusas, ¿un fracaso?

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Una amiga me dijo un día: “Me siento fracasada, bajé varios kilos de peso y estaba bien, me sentía bien, yo iba bien… pero de pronto me confié y la ansiedad me llevó a zamparme un montón de comida otra vez, y aquí puedes ver el resultado: Subí otros seis kilos, me veo como una cerda, no quiero que me vean y a veces no deseo salir de mi casa, ni para trabajar”.

Me quedé pensando en esa frasecita de bolsillo: “Me siento fracasada”. La dieta inconclusa que no consigo terminar¿Realmente el fracaso existe? ¿Hasta qué punto se puede considerar un fracaso verdadero y no meramente imaginario? Mi amiga estaba reconociendo abiertamente su recaída por descuido, por confiada (como ella bien lo expresa), por hábito o por olvido, por ansiedad, por estrés…  o simplemente por seguir habitando en su zona de comodidad que tanto trabajo le está costando abandonar; pero hay reflexión, hay capacidad analítica y hay un propósito de continuidad, y hay deseos de volver a retomar con más seriedad y responsabilidad su disciplina alimenticia.

Entonces: Sabiendo que cualquier esfuerzo, o sobreesfuerzo constante y repetido nos llevará a buen puerto, nos será más fácil entender que si logramos salir de cualquier crisis existencial, saldremos fortalecidas. Por lo tanto no existen los fracasos, sino los tropiezos de enseñanza, porque la vida misma es un proceso de lento aprendizaje, la naturaleza nos enseña: ¿Se han fijado cómo crece una flor?, ésta no se abre de golpe; empieza siendo un botón que se va abriendo gradualmente, muy lentamente hasta llegar a abrirse y beber los rayos matutinos.

Asimismo funcionan las dietas alimenticias, empiezan con un propósito, continúan con una motivación, se convierten en una disciplina, un aprendizaje del saber comer, saber combinar los alimentos, respetar los horarios, disfrutarlos y observar diariamente cómo va cambiando nuestro metabolismo al educar a nuestro cuerpo para que florezca sano, fuerte y hermoso. ¡La vida también es una obra de arte como la naturaleza!

Para no desmotivarse con las dietas

¿Empezaste una dieta que terminó en desastre? Hey… ¡Tranquila, no pasa nada!, tu cuerpo también se cansa de las dietas, de comer por mucho tiempo siempre lo mismo y tiene derecho de entrar en períodos de invernación y de reposo, ¡no te frustres, vuelve a empezar!, no pasa nada, ejerce la paciencia, la tolerancia y desarrolla la voluntad… ¡Estás aprendiendo!

Revisa tus miedos, tu modo de tomarte las cosas, tu forma de pensar y planificar, y convéncete que todo lo que haces disciplinadamente te ayudará a lograr una meta. No te limites ni te anules antes de empezar: “Esto me va a hacer daño”, “esto otro me va a engordar más”, “a lo mejor ni me va a funcionar”, “hoy no voy a tomar ni agua porque también pesa”, “me estoy sacrificando inútilmente”, “yo no sirvo para estas cosas”, “no voy a poder soportarlo”, “es demasiada la ansiedad”… Hey, hey, ¡No te rindas!, ¡No te decretes ni te anticipes a los hechos, date permiso por lo menos de volver a intentarlo!

Piensa: ¿Por qué? ¿Para qué?, ¿Para quién te dieron la vida y los talentos que ya tienes? No te tortures pensando que no puedes… ¡Claro que sí podrás!, sólo cuida de no dejarte vencer por tu propio desaliento antes de luchar o el qué dirán, o el qué pasará. ¿Qué importa lo que otros opinen de ti?, responde con objetividad y optimismo ante la crítica mordaz. Recuerda que el resorte del conflicto, casi siempre es la envidia.

¡Vamos!, vuelve a empezar… ¡Anímate! cierra ese círculo, concluye, termina bien tu dieta y permanece en el mantenimiento hasta que tu médico, psicólogo o nutriólogo te indiquen que ya estás lista para cargar con tu mundo, con tu cuerpo, con tus años y con tu realidad, y si no te gusta… ¡Puedes volverla a cambiar!

© 22/10/2015 Autor: Doral.

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2 comentarios en «Las dietas inconclusas, ¿un fracaso?»

  1. Yo no hago dieta, como bien, conozco los aportes de todos los limentos que como y por ende no me sieno culpable de lo que como, también afortunadamente, no me gustan las frituras ni la carne roja. hago ejercicios 5 veces por semana, los ejercicios me permiten drenar mi adrenalina y al mismo peso verme en forma. Mientras se hace un programa de ejercicios es importante informarse sobre los grupos musculares que tenemos y como entrenarlos, con la finalidad de obtener el resultado esperado, al mismo tiempo no hay que comoararse con los demas ya que cada cuerpo funciona metabolicamente de manera diferente, las acumulaciones de grasas se dispersan de manera distinta de un individuo al otro; no se puede esperar obtener un cuerpo esbelto después de dos semanas de ejercicios, cuando se lleva mas de 80 meses consumiendo alimentos grasos. Buena suerte!!

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  2. Me cuesta mucho, me parece imposible, pero volveré a intentar hacer la dieta que me recomiendan los médicos. No por adelgazar sino forma de comer y vivir. Tengo que volver a intenarlo.

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