La adicción a relaciones abusivas

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¿Pasas de una mala relación a otra igual o peor? ¿Te resulta imposible dejar a tu pareja, pese a que te trata mal? ¿Sufres de abusos pero no quieres decirle adiós, y vuelves a sus brazos cada vez que te pide perdón? Tal vez debas considerarlo, que tengas una adicción a las relaciones abusivas.

Muchas mujeres se encuentran a diario en una situación de extremo dolor, soportando relaciones de pareja abusivas y tóxicas, con maltrato, tristeza y desolación. En lo más íntimo saben que es algo que les hace vulnerables, algo que puede hacerles perderlo todo, la cordura, e incluso la vida…

¿Por qué hay mujeres que aguantan tanto maltrato?

¿Qué hace que una mujer prefiera aceptar el desdén de su hombre en lugar de terminar la relación? Explicaciones hay muchas, pero sólo una respuesta: la adicción emocional a ese tipo de situaciones. Aunque suene difícil de digerir, incluso violento, muchas mujeres son adictas a esa forma de relacionarse. Las causas son innumerables, desde la creencia de que lo merecen, hasta que es la cruz que Dios les ha enviado.

Existe la adicción a las relaciones abusivas

La adicción a emociones fuertes y violentas:

Lo cierto es que las relaciones también pueden convertirse en objeto de adicción, como el tabaco, las drogas o el alcohol:

No se trata de lo que siente la persona en sí, sino de la imposibilidad de separarse de ese otro al que identifican como fuente de sufrimiento. Ahí está la clave del apego desmedido o adictivo. No importa lo mucho que lo quieras, o te guste o desees. El punto de lo desequilibrado está en la fase de vivir como un síndrome de abstinencia el sólo pensamiento de imaginar que esa persona ya no formará parte de sus vidas.

Químicamente, orgánicamente, y fisiológicamente, somos adictos a vivir en determinadas emociones y estados de ánimos. Un pensamiento dispara un sentimiento en el cuerpo que a su vez genera otro pensamiento que por ende crea otro sentimiento. Cuando pensamos cotidianamente lo mismo, una y otra vez, una y otra vez, ese sentimiento se graba en las células de nuestro cuerpo, dándole una memoria emocional que segrega infinidad de neurotransmisores, neuropéptidos, hormonas, proteínas que conectan a determinadas redes neuronales y nos permiten comportarnos de una determinada manera.

Te cuesta salir de la relación porque es como una adicción:

Cuando tu mente y cuerpo se habituaron a vivir mal, aunque todos tus pensamientos conscientes quieran transformar esa realidad, todo te parecerá imposible. Porque las fuerzas de tu biología estarán dispuestas a crear aquellas condiciones o sustancias a las que eres adicta. Por eso hay personas que para lograr resultados necesitan vivir al filo de la navaja, o en estrés constante.

¿Siempre vuelves a relaciones abusivas?

Solución: Comienza reconociendo la adicción:

Si hoy estás en la situación de esas mujeres que no pueden dejar a su pareja pese al maltrato recibido, es importante que asumas la realidad de que eres adicta a esa relación. Que el amor no tiene absolutamente nada que ver con que tú permanezcas ahí. Has vivido tanto tiempo creyendo que no vales, que no eres poderosas, que sola no puedes, que eres un fracaso, que estás vieja, que no sirves para nada. Que tu cerebro vive fabricando sustancias químicas en relación a esos pensamientos, que luego te hacen tomar esas decisiones como de quedarte con él, perdonar sus desplantes, pretender olvidar infidelidades, que a su vez generan emociones de tristeza, frustración, malestar, enojo, que a te llevan a crear el tipo de creencias limitantes acerca de ti y de la vida que te llevan una y otra vez a los mismos pensamientos. Y todo se vuelve un círculo vicioso.

Para poder poner punto final a esta situación adictiva debes primero reconocer que estás en esa situación, buscar apoyo profesional, y comenzar a amarte. El amor comenzará cuando seas capaz de perdonarte de corazón.

 


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3 comentarios en «La adicción a relaciones abusivas»

  1. Hola yo viví una relación adictiva de infidelidades que si èl me hubiese pedido perdón perdonaba otra vez pero no lo hizo y a estas alturas me doy cuenta que fue lo mejor, me pongo a pensar de todas esas veces que me fue infiel hasta ya lo hacia de una manera descarada ya no solo veía señales de la infidelidad sino que me mostraba pruebas de ello, fui una tonta la verdad, que si, pero ya paso solo quedan los recuerdos y sentimientos encontrados.

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    • AMIGA ANÓNIMO, BUENOS DÍAS.

      Siempre voy a insistir en decir que la mujer que perdona una y otra vez, no lo hace porque sea “tonta” es que la mujer perdona, permite y tolera muchas cosas con la esperanza de que el individuo cambie, sin embargo todo tiene un límite y se llega el momento de decir basta, son esos recuerdos los que ayudan en la recuperación, porque no se puede por el resto de vida llorar sobre eche derramada.
      las infidelidades minan toda voluntad de luchar por algo que de antemano y muy en el fondo se sabe perdido, el tiempo es inexorable y aunque se dude es el elemento que ayuda a diluir esos sentimientos encontrados, para darle paso a un corazón que necesita ser purificado de las impurezas.
      Gracias por compartir en nuestro portal de amor.

      Amiga siempre:
      Amanecer cautiva.

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  2. Hola, mi nombre es Mafer y esta es mi historia. Conocí a mi esposo cuando tenía 19 años y el 26, nos conocimos de una manera muy bonita y divertida, nuestro noviazgo fue muy bonito pero debo reconocer que a veces veía unas actitudes un poco extrañas como sus celos un poco exagerados y que solía descontrolarse con facilidad por ello, creí que era algo sin importancia, en nuestro noviazgo descubrí que le decía cosas a otras chicas, pero eran halagos un poco fuera de lo común, como decirle a sus amigas que tenían ricas piernas, o hermoso trasero o preciosos senos, y cuando yo le descubría esas cosas, solo me pedía perdón y pues yo que estaba muy enamorada de él, lo perdonaba. Nos casamos, y recién casados siguió con lo mismo con sus amigas, salía sin avisarme a donde iba, y me mentía diciendo que salía tarde de su trabajo cuando en realidad se iba a otros lados, en ese tiempo le descubrí una foto donde abrazaba muy comprometedoramente a una amiga de él, lo cual me causo tristeza y disgusto, puesto que si yo hubiese sido la que lo hubiese hecho habria tenido serios problemas, pero pues el siempre minimizaba lo que hacía. Seguido de eso empezamos a tener problemas porque hablaba mucho con otras mujeres y sobre todo con una ex novia de la secundaria, y fué ahí cuando me levantó la mano por primera vez, porque yo lo cuestioné en cuanto a esa chica puesto que ya le habia descubierto mensajes raros donde hablaba con ella, se enojó y dijo que yo también hablaba con amigos (lo cual era cierto, pero juro que jamás charle de cosas extrañas, si no solo cosas de amistad, y era muy poco y breve) entonces con esa excusa, dijo que yo no tenia derecho a reclamarme nada y me dió una cachetada. Después de eso, yo queria trabajar pero ya habia nacido nuestra bebé y no me lo permitió porque dijo que al menos hasta que tuviese nuestra hija 3 años no trabajaría, y lo acepté. Yo era muy melosa con él, siempre he sido muy tierna y cariñosa, pero él empezó a rechazarme, y a decir que tanto amor le mareaba, ya ni siquiera queria tener relaciones conmigo, a veces tenia que rogarle para ello, no entendía porque actuaba de esa forma, luego descubrí que tenía problemas con la pornografía, que veía pornografía casi diario y se masturbaba mucho, lo descubrí muchas veces haciendole, y muchas veces le descubri que se grababa y le mando videos a otras mujeres donde se masturbaba y ellas a él, siempre hablaba de ello con él y le decia que me lastimaba mucho, cambiaba 1 meses y al siguiente seguia haciendo lo mismo. Los golpes empezaron a subir de nivel, de cachetadas, a jalones, despues a empujones, despues a patadas, hasta llegar a arrastradas y golpizas, acompañados de insultos y «bromas» pesadas que eran despectivas hacia mí. Debo confesar que durante nuestra relación jamás le falté al respeto ni le fui infiel, me dediqué siempre a el y a mi hija, pero hubo un momento en el que me senti muy mal y empecé a enamorarme de otra persona la cual daria todo por mi, decidí separarme de el, pero no lograba sentirme bien y sentir culpa, y volvia, pero las causas se pusieron peor, las golpizas fueron peores y senti mucha culpa porque entendia que lo hacia porque yo empece a enamorarme de otro, siempre me dijo que a pesar de los golpes el me amaba y siempre lo perdonaba y justo despues de los golpes, haciamos el amor, entonces me sentia terrible porque ya no sabia ni que sentir, despues volvi a separarme, y segui con esa persona que en verdad no hizo más que apoyarme todo el tiempo, pero el miedo no me dejaba continuar, sentia que seria igual que el que era mi esposo, y me da mucho miedo arrepentirme. Hoy volvi con mi esposo pero ya no siento lo mismo por el, me pide sinceridad pero cuando se la doy me golpea y me agrede desmedidamente, dice que cambiará que ya no quiere perderme pero sigue haciendo lo mismo, dice que lo lastimé, que soy lo peor porque el a pesar de todo jamás me dejó y yo a él si. Amo a la otra persona pero siento que soy adicta a esa relacion dañina, mi ex esposo de alguna manera me hace sentir como que me arrepentiré y que nadie me amara nunca como el. No se que hacer, me siento terrible. Ayudaaaaaa! :'(

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