Todo es posible… si puedes creer

© | |


Artículo sobre la fe, de contenido cristiano para mujeres cristianas.
Todo es posible... si puedes creer Durante quince años he leído la Biblia con mayor o menor regularidad, interés y pasión. Recuerdo que hace años solía leer el Libro por las noches, antes de dormir, y ahora, por ejemplo suelo hacerlo por las mañanas, junto con mi delicioso café con leche y unas cuantas tostadas, mientras los primeros rayos del sol acarician el mundo…

La mayor parte de lo que leo en la biblia cobra sentido al instante, sin necesidad de mucha meditación, aunque el “sentido” parece variar con cada lectura. Subrayo de color rojo lo que me llama la atención y si ya está subrayado lo marco con una flecha, unos signos de exclamación o con una sonrisa. Hay ciertas partes, por otro lado, que superan mi comprensión: esos relatos en los que Dios no parece encajar con la idea que me he formado acerca de Él, esas perturbadores historias del antiguo testamento donde Dios es poco más que un extraño. Y luego están esos retazos aquí y allá que me hablan de una vida en la que creo y que anhelo pero que apenas he conseguido vivir. Ésas las tengo subrayadas. Pero son palabras que se me antojan como una niebla atrayente pero furtiva, una realidad que mi mano extendida no ha conseguido alcanzar. Son palabras grandes, hermosas y poderosas como el océano, que constantemente me invitan a pasear por ellas. Doy un paso esperanzado pero el agua cede ante mis pies. Me quedo quieta.

He aquí algunas de esas palabras. Son demasiadas, por lo que he limitado el contenido a unos retazos del evangelio de Mateo y un poco de Hechos:

…y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Mateo 10:1

Id y anunciad que el reino de los cielos está cerca. Sanad a los enfermos y resucitad a los muertos, limpiad de su enfermedad a los leprosos y expulsad a los demonios. Gratis habéis recibido este poder: Dadlo gratis.
Mateo 10:7-8

Y no hizo allí muchos milagros por su falta de fe.
Mateo 13:58

-Señor, si eres tú, mándame ir a ti andando sobre el agua.
-VEN, -dijo Jesús. Bajó Pedro de la barca y comenzó a andar sobre el agua en dirección a Jesús, pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, gritó:
-¡Sálvame, Señor!
Al momento Jesús le tomó de la mano y le dijo:
-¡QUÉ POCA FE! ¿PORQUÉ HAS DUDADO?
Mateo. 14:28-31

-Lo he traído a tus discípulos pero no han podido sanarlo.
Jesús contestó:
-Oh, gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo habré de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traedme aquí al muchacho!
En seguida Jesús reprendió al demonio y lo hizo salir del muchacho, QUE QUEDÓ SANADO EN EL MISMO MOMENTO. Después los discípulos preguntaron aparte a Jesús:
-¿Porqué no pudimos nosotros expulsar a ese demonio?
Jesús les dijo:
-PORQUE TENÉIS MUY POCA FE. OS ASEGURO QUE SI TUVIERAIS FE, AUNQUE FUERA TAN PEQUEÑA COMO UNA SEMMILLA DE MOSTAZA, DIRÍAIS A ESE MONTE: «QUÍTATE DE AHÍ Y PÁSATE ALLÁ» Y EL MONTE PASARÍA. NADA OS SERÍA IMPOSIBLE.
Mateo 17:16-21

Os aseguro que EL QUE CREE EN MÍ HARÁ TAMBIÉN LAS OBRAS QUE YO HAGO. Y HARÁ OTRAS TODAVÍA MÁS GRANDES, PORQUE YO VOY AL PADRE. Y TODO LO QUE PIDÁIS EN MI NOMBRE YO LO HARÉ, PARA QUE POR EL HIJO SE MANIFIESTE LA GLORIA DEL PADRE. YO HARÉ CUALQUIER COSA QUE PIDÁQIS EN MI NOMBRE.
Mateo 14:12

-No tengo plata ni oro, pero LO QUE TENGO TE DOY: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
Hechos 3:6

Y sacaban los enfermos a las calles, poniéndoles en camas y camillas para que, al pasar Pedro, al menos su sombra cayera sobre alguno. También de los pueblos vecinos acudía mucha gente a Jerusalén trayendo enfermos y personas atormentadas por espíritus impuros. Y TODOS ERAN SANADOS.
Hechos 5:15-16

La gente se reunía y ESCUCHABA CON ATENCIÓN lo que decía Felipe AL VER las señales milagrosas que hacía. De muchas personas salían gritando los espíritus impuros, y muchos paralíticos y cojos eran sanados. Por esta causa hubo gran alegría en aquella ciudad.
Hechos 8:6-8

Pedro le dijo:
-Eneas, Jesucristo te sana. Levántate y arregla tu cama.
Eneas se levantó al instante. Y TODOS los que vivían en Lida y en Sarón LE VIERON LEVANTADO Y SE CONVIRTIERON AL SEÑOR.
Hechos 9:34-35

Pedro los hizo salir a todos,, se arrodilló y oró; luego, mirando a la muerta, dijo:
-¡Tabita, levántate!
Ella abrió los ojos, y al ver a Pedro se incorporó.
Hechos 9:40

…Y confiados en el Señor, hablaron con toda valentía. Y el Señor CONFIRMABA lo que ellos decían del amor de Dios DÁNDOLES PODER PARA HACER SEÑALES Y MILAGROS.
Hechos 14:3

Una noche, El Señor habló a Pablo en una visión.
Hechos 18:9

Y cuando Pablo les impuso las manos vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en otra lenguas y comunicaban mensajes proféticos.
Hechos 19:6

Y Dios hacía tan grandes milagros por medio de Pablo, que hasta los pañuelos o las ropas que habían sido tocadas por su cuerpo eran llevadas a los enfermos y ÉSTOS SE CURABAN DE SUS ENFERMEDADES Y LOS ESPÍRITUS MALIGNOS SALÍAN DE ELLOS.
Hechos 19: 11

Durante años he leído esas palabras.
Durante años he sonreído al leerlas, he asentido, he soñado despierta en cómo sería vivir así… y luego, tras una breve pausa y con cierta resignación, he continuado leyendo. A otra cosa, mariposa. El océano es demasiado grande, su contenido demasiado difícil… y ciertamente caminar sobre esas aguas no es algo a lo que he sido llamada, ¿no?

Y no es que ese contenido me haya causado rechazo o temor, más bien al contrario. Me habla de una forma de vivir que me resulta muy atrayente, aventurera e incluso romántica (en el sentido novelesco de la palabra). Si esas palabras fueran reales para mí, mi vida sería emocionante, como la de un nómada en continuo movimiento, sin ataduras y sin destino fijo, guiada por la indefinible llamada del viento.

He tonteado un poco con esto. He orado por algunas personas para que recibieran el bautismo del Espíritu Santo y no me pareció que sucediera nada. He pedido la sanidad para gente a la que amo usando “el nombre de Jesús” pero no vi resultados. No me ha funcionado. Así que he seguido leyendo. A otra cosa, mariposa. Me he enfocado en otras cosas que sí tienen sentido.

He escuchado a mi familia en Cristo dar cientos de explicaciones a por qué las cosas ya no son lo que eran. Son otros tiempos, dicen algunos. La voluntad de Dios hoy día es diferente, dicen otros. No necesitamos esas cosas, pues somos más maduros, aseveran los más sabios. Hay quienes sienten auténtico terror al pensar en una vida salpicada de experiencias de índole supernatural, como si ello pudiera robarles el funcionamiento de su mente racional, que es su tesoro. Y luego hay otros que sienten una absoluta indiferencia hacia esa forma de vida que ha sido difuminada en el tiempo, sin apenas dedicarle un pensamiento, sin plantearse que quizás eso también va con ellos. Algunos me dicen que esa vida es sólo para algunos escogidos, dando a entender (¿quizás?) que la palabra de Dios y Su Voluntad no es la misma para todos.

Sobre todo, mi familia en Cristo siente la necesidad de justificarse. Vivir de milagro en milagro no es lo que el cristiano necesita. Todos hemos visto cómo muchos movimientos de iglesias que han crecido mucho en número pero que han dado a luz a cristianos inmaduros que hacen mucho ruido pero que viven de manera inconstante. Por otro lado, vemos a muchos enfermos que viven felices, llenos de paz, aprendiendo muchas lecciones valiosas a través de su sufrimiento. Algunos mueren antes de tiempo, pero debe ser la voluntad de Dios. Nuestro testimonio no causa gran asombro entre los no creyentes, pero esa también debe ser la voluntad de Dios. La gran cantidad de evangelistas-sanadores de dudosa reputación nos han enseñado a ser cautos y a evitar ser como ellos a toda costa. Al fin y al cabo, llevamos una existencia relativamente feliz.

Pero hay quienes leen.
Y algo no les cuadra.
Y se detienen.
Y se atreven a preguntar: ¿Cómo es que ya no vivimos así? ¿No dijo Jesús que nosotros debíamos continuar su labor? ¿No se aseguró de que tuviéramos la autoridad y el poder para hacerlo?

Jesús se pasó tres años enteros dedicándose a aliviar el sufrimiento de las personas ¿No será, entonces, importante para nosotros sanar enfermos, liberar a los cautivos, traer alegría y paz a las personas que sufren? ¿El poder de Dios manifestado en nuestra vida diaria no haría más efectivo el mensaje de Salvación? ¿Y acaso esa palabra salvación no lo incluye todo: salvación para el espíritu, para el cuerpo y para cada circunstancia en nuestra vida?

Queremos decirle al mundo que Dios existe. Que Jesús los ama. Pero no sabemos ofrecerles la evidencia (el testimonio) de Su Poder. En Hechos leemos que Jesús confirmaba el mensaje de su gracia capacitándoles para hacer milagros y prodigios (Hechos 14:3). ¿No necesitamos nosotros esa capacidad también?
Porque son pocos los que se creen nuestro evangelio. Quizás, si estuviera apoyado por las manifestaciones inequívocas, sorprendentes y maravillosas del poder de Dios… quizás entonces muchos más creerían. Ah, dicen algunos, pero hay mucha más bendición para el que cree sin haber visto. Y yo respondo: ¿No es suficiente bendición creer, no importa cómo?

Sí, de vez en cuando alguien se atreve a preguntar.

A veces recibe una mirada llena de comprensión, un compañero en el camino que se hace las mismas preguntas y anhela las mismas cosas. A veces se forma un incómodo silencio, tras lo cual se intenta abordar otro tema menos difícil. Otras, recibe unas respuestas enrevesadas que sugieren que lo ha entendido mal, que esa forma de vida era para la iglesia primitiva, o que Dios miente y Jesús exagera (aunque jamás lo expresarían con esas palabras.)

Hace más de un año no pude seguir leyendo. Me detuve en esas numerosas palabras que no eran “la verdad” para mí, con la intención de no dejarlas escapar. Me parecía que había estado rondándolas durante toda mi vida, observándolas, escuchándolas, pero siempre desde una distancia, siempre con una sensación de anhelo y esperanza inevitablemente denegadas. Como cuando no tenía dinero en el bolsillo y con hambre observaba desde fuera la tienda de los pasteles recién horneados.

Pero un día decidí enfrentarme a la verdad. Llegó el día de poner fin a evitar mirar a esas palabras a los ojos, el día de la confrontación.
-¡Venid a mí, palabras y promesas que anhelo y no experimento! ¡Enfrentémonos de una vez! ¡No volveré a huir de vosotras! ¡Dios no miente! ¡Jesús no exagera! ¡Quiero comprender!

Y así, empecé a experimentar un “cambio de mentalidad”, una diferente “forma de pensar“ y comencé a pedir sabiduría y conocimiento y revelación para poder CONOCER A DIOS MEJOR… Lo puedes llamar una “renovación de la mente“, si quieres, como muy bien expresa Pablo en Romanos 12:2, Efesios 4:23 y Colosenses 3:10.

Lo primero que tuve que hacer fue encararme con LA VERDAD. Lo que quiero decir, es que si quería ser honesta y me atrevía a enfrentarme “al tema”, sólo tenía dos opciones: O bien Dios miente, o dice la verdad. O bien Jesús exagera, o es exactamente así cómo deberían ser las cosas.
Sólo hay dos respuestas. La primera es que todo eso que he leído no es cierto, que es una exageración. Si contemplo esa posibilidad todo mi mundo se viene abajo. Nada tiene sentido, ni siquiera que Dios exista.
La segunda opción, y por cierto, la correcta, es que Dios no miente ni Jesús exageraba cuando hablaba de esta forma de vida llena del poder del Espíritu Santo.

Y yo lo creo. Y tú también.

Situaciones que había dado por normales se me revelaron como irregulares. Explicaciones que me habían satisfecho anteriormente ahora no lo hacían. Empecé a redescubrir a Dios. Tenía algunas ideas equivocadas respecto a Él.
Encontré unos versos que hacen vibrar mi alma con un deseo profundo, como haciendo sonar la trompeta desde lo alto de una montaña, como gritando a pleno pulmón todo mi anhelo contenido. Pablo lo escribe en tercera persona, pero yo lo he modificado escribiéndolo en primera persona, pues es para mí:

“Sigo pidiendo que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el glorioso Padre, me dé el Espíritu de sabiduría y revelación, para que pueda conocerle mejor. También pido que los ojos de mi corazón sean abiertos para que pueda conocer la esperanza a la que me ha llamado, las riquezas de su gloriosa herencia de los santos, y su incomparable gran poder para nosotros que creemos. Ése poder es como la que obra en su inmensa fuerza, la que usó con Cristo cuando le levantó de los muertos y le sentó a su lado en el reino celestial.”
Efesios1:17-20

Dios está abriendo mis ojos.

He aquí algunas cosas que me ha hecho ver:

Mi falta de compasión. Vivo mi existencia cristiana con mayor o menor alegría, fuerza y bendiciones. Me encanta pasar horas enteras alabando a Dios, predicando a Dios, estudiando su palabra, compartiendo amor y tiempo con mis “hermanos”, sin desear mucho más. Porque soy feliz.

Permitidme usar el plural durante un rato. Lo hago con amor:
Nuestra falta de compasión. Porque somos felices.

¡Qué importa que el mundo se retuerza entre espasmos de agónico sufrimiento! Jesús sentía tal compasión por las personas que las sanaba, aliviaba sus sufrimientos, les liberaba de su esclavitud… pero nosotros no. No tenemos esa vida y no nos importa demasiado. Porque somos egoístas y nos falta compasión. Quizás, si realmente sintiéramos dolor por el que sufre, quizás entonces dejaríamos de sentirnos satisfechos con lo que tenemos y buscaríamos más… exigiríamos más, suplicaríamos más, insistiríamos… nos desesperaríamos hasta encontrarlo.

Hasta encontrarlo.

Puedes pensar que me estoy obsesionando con eso de sanar enfermedades y liberar a la gente de las cosas que le atan, pero es que el sufrimiento, la enfermedad, la muerte, el miedo y las ataduras van todas en el mismo paquete: Es lo que trajo consigo La Separación. Es La Maldición.
Y no hay persona en todo el mundo que no anhele ser liberado de eso.

Jesús les dijo esto a sus discípulos:
Id y anunciad que el reino de los cielos está cerca. Sanad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad de su enfermedad a los leprosos y expulsad a los demonios. Gratis habéis recibido este poder: dadlo gratis.
Mateo 10:7-8

biblia5 Quizás lo que más desesperación traiga a las personas sea la enfermedad y las cosas de las que no sabe escapar. Digámosle a un enfermo terminal que Dios le quiere sanar y te aseguro que le entrará curiosidad. Sobre todo cuando Dios le sane. Te aseguro que también su alma será salvada. Dile al alcohólico que no tiene por qué luchar contra sus deseos durante toda la vida, que Dios va a quitarle su deseo de beber. Dile al que no encuentra trabajo que Dios le va a proporcionar uno. Dile a la joven anoréxica que Dios va a curarla, aún cuando los médicos le han dicho que siempre luchará contra esa condición. Dile a la madre que perdió su bebé que Dios le devolverá la alegría. Dile al matrimonio roto que Dios restaurará su relación. Dile al hijo maltratado que Dios sanará sus heridas hasta que ya no le duelan. Dile al claustrofóbico que Dios quitará su miedo. Dile al endeudado que Dios arreglará su economía. Dile al insomne que Dios le dará descanso. Dile al que sufre jaquecas que ya se acabó. Dile a la mujer que ha sufrido pesadillas durante diez años que Dios le va a librar de ellas. Dile al que tiene alergias que Dios se las va a quitar. Dile al que está triste que Dios le va a hacer feliz.

Díselo.
Son buenas noticias.
Díselo.
¿Por qué no se lo decimos?

Por miedo a que no suceda.

Falta de fe.
No lo creemos. No del todo.

Sí, sí que creemos que Dios puede hacer todas esas cosas, pero como son cosas que no hemos experimentado empezamos a creer que quizás Dios no quiere hacer esas cosas. Hoy no, quizás mañana…
Hemos perdido la fe en su voluntad.
Qué triste. Yo preferiría que mis amigos creyeran que no puedo ayudarles antes de que creyeran que no quiero ayudarles.

Una vez, un hombre dudó de la voluntad de Jesús. (Marcos 1:40-41)
-Señor- dijo, -si quieres, puedes limpiarme.
Si quieres…
Jesús le miró. Y antes de sanar su enfermedad corrigió su incredulidad:
-Quiero. Estoy dispuesto.
Y le sanó.

Y no encontrarás un solo relato en la Biblia en la que Dios no está dispuesto a sanar una enfermedad o a aliviar un sufrimiento. Ni un solo relato.

Si en algo podemos confiar es en la voluntad de Dios. Podemos confiar en que su corazón compasivo no ha cambiado ni un ápice. Leemos en los evangelios cómo Jesús era movido a compasión vez tras vez, sin excepción alguna. Sentía compasión y sanaba y perdonaba los pecados indistintamente. Porque tenemos profunda necesidad de ambas cosas. Porque tanto la sanidad del cuerpo como la sanidad del alma iban a ser compradas por él en el calvario. Porque ya han sido compradas por precio para nosotros.

Todas estas cosas bombardeaban mi mente con insistencia durante meses. Nunca más iba a pronunciar las palabras carentes de fe “si es tu voluntad” cuando orase por algo. Había comprendido que Dios es bueno siempre, que Él no es quien envía enfermedades ni sufrimiento así como tampoco envía el pecado…

Y algo ocurrió:

Mi bebé de trece meses se puso enfermo.
Le llevé al hospital y me dijeron que era diabético.
Me entró la risa. Si el diablo pensaba que me iba a amedrantar con eso estaba muy equivocado.
– “Es una enfermedad muy seria y es para toda la vida” – me dijo el doctor con desaprobación cuando vio que no había causado ningún horror en mi rostro y que de hecho había sonreído con burla.

Para toda la vida. Una enfermedad incurable.

-Bueno, menos mal que ahora son muchos los adelantos.
-Encontrarán una cura pronto, eso es lo que dicen los científicos.
-No es una enfermedad tan mala.
-Es la cruz que debes llevar.
-Que Dios te de fuerzas para llevar esta carga.
-Qué pena… lo siento tanto.
Éstas son algunas de las muchas palabras que mi familia en Cristo me dedicó. Gente que me ama y que quiere lo mejor para mí. Sin contar a los miembros de mi nueva iglesia (que están aprendiendo todas estas verdades conmigo) solamente una persona me dijo que Dios podía a sanar a mi hijo. Fueron cincuenta o cien los que me dijeron que aprendería a vivir con ello con paz y que Dios me fortalecería.

Hmmmm. Revelador.

Lo cierto es que el diablo sí que llegó a amedrentarme durante unos días. Pasaron los días y el bebé seguía enfermo. La realidad de lo que estaba viviendo era como un jarro de agua fría sobre mis recientes revelaciones. Un mal sueño del que quería despertar. Veía a mi bebé llorar con cada pinchazo, aterrorizado de esas personas vestidas de verde y blanco que le arrebataban a su madre y le hacían daño con regularidad.
Me puse a estudiar la enfermedad. No era tan inocente como pensaba, como piensan muchos. Hay muchas cosas que pueden ir mal, muchas consecuencias feas. Ceguera, pies amputados, fallo renal, convulsiones… Todo eso sin contar con el yugo diario que supone controlar los niveles de azúcar en la sangre de un bebé: medir la sangre (para eso hay que pinchar) cada dos o tres horas (cada cuatro horas durante la noche), controlar todo lo que come para saber cuánta insulina necesita, cambiar el catéter cada seis días, controlar la frustración cuando el azúcar está por las nubes, controlar tu ansiedad cuando está bajito…

Jesús está vivo. Va a sanar a mi hijo.

Al principio tuve mis dudas. No desconfié en la voluntad de Dios, pero sí dudé de mi propia fe. ¿Tendré lo que hay que tener? ¿De qué material estoy hecha?
Han pasado muchos meses y todo sigue igual.
¿Desistiré?
No puedo. Porque si desconfío de sus palabras el mundo dejaría de tener sentido para mí. Yo podría vivir con un niño diabético y ser inmensamente feliz si Dios no me hubiera prometido su sanidad, si por un segundo creyera que ésa es su voluntad, pues soy consciente de que hay cosas infinitamente peores: horrores innombrables, niños que sufren, chillidos en medio de la noche que llegan a oídos de Dios de forma constante. Sí, hay cosas muchísimo peores. Cuando pienso en lo mal que está el mundo me quedo en silencio, preguntándome cómo tengo el valor de desear quitar este “pequeño” mal que me atormenta, cómo puedo exigirle a Dios que lo haga, en qué estoy pensando.

Pero lo cierto es que Dios ha hablado y eso es importante para mí. No se trata de la sanidad de mi bebé… se trata de que Dios siempre honra su palabra. Se trata de que Jesús ha roto la maldición del pecado… se trata de saborear los primeros frutos de nuestra gloriosa herencia.

Dios no es hombre para que mienta,
ni hijo de hombre para que se arrepienta.
Él dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no ejecutará?
Números 23:19

Me siento muy humilde delante de los que sufren. Me presento delante de ellos con pies de plomo. No tengo derecho a decirles cómo tendrían que ser las cosas. ¡Cómo me atrevo yo, con mi juventud e inexperiencia, a decir que las cosas deberían ser diferentes! ¡Qué se yo lo que es sufrir! ¡Qué sé yo lo que es esperar día tras día una respuesta por parte de Dios, un rescate, un alivio… y no recibir lo que se desea! ¡Qué insolencia la mía!

Sé que hay gente que me puede mirar a los ojos sin titubear y decirme que pusieron toda su fe en Dios y la situación no cambió. Y que la única explicación que han hallado es que ese horror particular debe ser la voluntad de Dios y como aman a Dios con todo su corazón han aprendido a amar su voluntad.
Mi propia hermana, incapaz de mirarme a los ojos por miedo a romperse, me habló de cómo hasta el último segundo había confiado en que Dios haría el milagro: Su bebé estaba mal, y confiando en el milagro acunaba a su bebé en brazos cuando exhaló su último aliento.

Qué sé yo de lo que es sufrir…

Qué insolencia la mía, decir que las cosas no deberían ser así.

Cuando miro a mi alrededor, titubeo. Cuando recuerdo lo que gente a la que amo ha sufrido, dudo. Quizás… quizás deba resignarme a vivir con mi pequeña “cruz” y ser un ejemplo de cómo la paz de Dios nos acompaña incluso en nuestras circunstancias más penosas. Quizás Dios se glorifique en mi sufrimiento… Quizás deba contentarme con que Dios me dé fuerzas para vivir en medio de una situación que detesto. Quizás aprenda a ser feliz así.

Quizás deba seguir leyendo. A otra cosa, mariposa.

Cuando miro a mi alrededor, dudo.
Cuando recuerdo las duras experiencias de mi gente, titubeo.
Pero cuando miro Su Palabra, sonrío. Es en su palabra donde he puesto mi fe.

Por encima de todo, tengo fe en lo que Dios ha dicho. Ni siquiera tengo mucha confianza en mi propia fe… pero no se trata de mí. Se trata de Dios. Se trata de que Él ha hecho un pacto conmigo, un acuerdo, un trato. Un pacto sellado con la sangre de Su Hijo. Ha habido una maldición rota. Hay promesas de por medio.
Puestos mis ojos en Jesús, no hay dudas.
Puestos mis ojos en Jesús, hay salvación-sanidad (es la misma palabra, por cierto).
Jesús mismo (Juan 3:14) se compara a esa serpiente que había que mirar para ser sanado-salvado. No podías mirar a la serpiente y a tu alrededor al mismo tiempo. No puedo mirar a Jesús y a la enfermedad al mismo tiempo. No puedo mirar a Jesús y Su Palabra y mirar a las experiencias de la gente que me rodea al mismo tiempo. Tengo que decidir en qué fijar mis ojos.

Hay mucho en juego.

Para mí, no se trata sólo de mi bebé. Se trata de toda esa gente que no conoce a Dios, que vive aterrada o adormilada en su propio mundo sin muchas esperanzas… Se trata de que en realidad, por mucho que a veces queramos pensar lo contrario, el nombre de Dios es mil veces más glorificado cuando interviene de manera milagrosa. Cuando el mundo no tiene más remedio que pararse y restregarse los ojos pues no puede creer lo que está viendo. Cuando nuestro evangelio se confirma con hechos innegables.

Hace un mes vi cómo una niña de trece años con parálisis cerebral era sanada. Nunca había caminado, pero a trompicones (pues caminar bien requiere algo de práctica) lo estaba haciendo. Por primera vez en trece años se había podido levantar de su silla y estaba caminando. Parálisis cerebral.
Yo observaba en silencio reverencial y con lágrimas en los ojos, sólo podía pensar: ¡Jesús está vivo! ¡Jesús está vivo!

Jesús está vivo.
Y lo puede demostrar.

Espero la sanidad de mi hijo todos los días. He dejado de “pedir” por ello. De hecho, pedí por su sanidad durante un mes, pero luego me di cuenta que cada vez que pedía estaba ignorando mis anteriores peticiones. Pedir es no creer. Lo que quiero decir es que si creo que Jesús quiere y puede y lo ha hecho, sólo me queda una opción coherente: dar gracias.
Así que, cada día al levantarme, al observarle jugar y al darle de comer, al acostarle… miro a Jesús y le doy gracias. Doy gracias porque el sacrificio de Jesús ha traído sanidad-salvación (la misma palabra). Por sus heridas hemos sido sanados. Por su sangre hemos sido limpiados.
No hay lugar para la súplica ni para ruegos, no hay lugar para el miedo. Sólo queda confianza y alegría. Gratitud.

Y cada día sonrío con esperanza porque sé que aunque los síntomas están ahí y aparentemente no hay ningún cambio, Dios ha hablado. Dios conoce mi fe en su palabra, mi confianza en su compasión, la seguridad que tengo en su sacrificio.

Me he pasado años intentando pensar en maneras creativas-atrayentes de llamar la atención de la gente que no conoce a Dios. Hacemos mil actividades para que la gente gire la cabeza en nuestra dirección. Pero estoy convencida de que un Pueblo de Dios que ejerce la autoridad que le ha sido dada y que vive con el poder que le corresponde, atraería multitudes sin intentarlo. Qué tal si les ofrecemos a Jesús. Jesús, tal y como era cuando recorría las calles de Jerusalén y alrededores.
Ese chico que va en silla de ruedas tiene muchos amigos. Cuando Dios le sane y pueda caminar por sí solo, te aseguro que la gente que le conoce llamará a nuestras puertas. Y las calles resonarán con gritos de alegría y canciones de alabanza. ¡Jesús está vivo! ¡Jesús está vivo!

Jesús está vivo.
Jesús no es una figura borrosa e intangible.
Jesús no está lejos.
Jesús no ha perdido poder.

JESÚS ES EL MISMO AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS.
(Hebreos 13:8)

Por último, un pensamiento que hago con amor:

Nuestras iglesias no son “normales”. Todo lo que sea inferior a lo experimentado en la iglesia primitiva, es inferior a lo “normal”, es quedarse cortos.

TODO ES POSIBLE
…SI PUEDES CREER.

————————

Artículo © 17/03/2010 de nuestra Invitada Especial: Rebeca Byler.
Otros artículos de la autora:
¿Sabemos orar?, Somos lo que comemos, ¿Esperar por el sexo?, La historia entre Dios y las personas.

————————

Visita las postales cristianas de Shoshan:


Anterior

Tus padres, los míos, los nuestros

Cuando nos unimos a alguien (ya sea en matrimonio o pareja de hecho) tendemos a pensar en casi todo menos en los suegros. Pero los suegros vienen indirectamente incluidos en la relación. A veces no queda más remedio que tener…...

Culpable de sentir culpa

La mujer siempre se siente culpable de todo y por todo. Si algo sale mal, si algo no salió como estuvo planeado, si algo ocurre, incluso un accidente… la mujer siempre se siente culpable. Incluso cuando la mujer logra cumplir…...
Siguiente

25 comentarios en «Todo es posible… si puedes creer»

  1. HOLA
    ME HA GUSTADO MUCHO EL ARTICULO,PUEDO DECIR QUE JESUS VIVE Y CREO Y TENGO FE A VECES SE QUE ES DIFICIL PUES EL ADVERSARIO QUIERE QUE DUDEMOS, SOMOS HUMANOS ES DIFICIL PERO SE SIN DUDA QUE SI ORAMOS DIOS NOS AYUDARA
    UN SALUDO

    Responder
  2. Realmente es muy sorprendente este articulo, no tengo palabras para expresarme, pero estoy deacuerdo con todo esto todo se puede con la grandeza de la fe.

    Ultimamente he estado asistiendo a una iglesia cristiana y he recibido unas enseñanzas maravillosas, puedo decir que el señor esta con migo y que el sabe todas mis necesidades y angustias, me ha hecho promesas que asu tiempo se me han ido cumpliendo, el mejor que nadie sabe cual es el momento preciso, la hora, el lugar. Yo ultimamente le doy gracias por las cosa buenas y las cosa malas que la vida me a puesto por que se que detras de todo sufrimiento, angustia siempre hay algo maravilloso por que la voluntad de Dios no nos lleva hasta donde la gracia de Él no nos proteja.

    y por ultimo gracias por esta reflexion es maravillosa, Dios es grande y si Él esta vivo y no dudo de mi fe hacia Él

    Responder
  3. Gracias por tan divinas palabras que nos hace reflexinar, y nos damos cuentas que estamos alejandonos mucho de nuestro padre celestial, hay que abrir los ojos y seguirlos algun dia vamos a sentir su llamado el se presenta de diferentes maneras hay que saber escuchar, las felicito por tan bello articulo y hay que seguir de la mando de dios saludos muchas gracias

    Responder
  4. excelente palabra….De gran bendciòn…me identifico muchos con el mensaje…porque casi me he hecho muchas veces las mismas preguntas…Y estoy convencida que para el que crees todo es posible

    Responder
  5. En verdad quisiera dar muchas gracias por este articulo, porque me han hecho recordar quien soy, y como e dejado que las adversidades de la vida me conviertan en alguien que yo misma no conozco, hace muchos años puedo decir que fui feliz, viví los milagros de los que habla la biblia, mi propia familia se acerco a Dios por un milagro maravilloso, sanando a mi hermana de la epilepsia, a mi madre de fiebre reumática, a mi padre del alcoholismo y no podría enumerar todos los milagros que vi, y de repente me deje llevar por este mundo olvidando todo, creyendo que seria fácil, cuando lo único que paso es que me perdí en el engaño de este mundo, mi esposo y yo nos hemos alejado de Dios luchando con nuestras propias fuerzas, y es horrible, no podría culpar a Dios por lo que me pasa, porque siempre e sabido que sembramos lo que cosechamos hace tiempo me invitaron a una reunión y fui con unas compañeras de mi trabajo cristianas y en verdad fue bella la enseñanza, al otro día comentábamos lo que nos avía parecido ,en ese momento una de ellas se sentía un poco desanimada y le recordé las maravillas que había escuchado apenas un día antes y se comenzó a reír diciéndome que lo tomaba demasiado enserio y me entristeció mucho escucharla le dije: ¿Cómo quieres vivir lo que Jesús dijo si no le crees? y su respuesta me dejo helada, ¿ y tu como me dices que lo viva si vives peor que yo? me cuesta trabajo regresar al camino y hasta e llegado a pensar que no se como hacerlo, pero creo que es tiempo de no pensarlo sino se hacerlo, muchas gracias por recordarme quien soy y a que el Señor me a llamado, solo les pido me lleven en sus oraciones que DIOS les bendiga.

    Responder
  6. CIERTAMENTE, » LA VOLUNTAD DE DIOS NO NOS LLEVARA JAMAS A DONDE SU GRACIA NO NOS PROTEJA» DIOS ES HERMOSO, ES UN DIOS VIVO, ES UN DIOS DE AMOR, CUANDO NOS ACERVCAMOS EN FE A EL, EL NOS REGALA DE SU HERMOSA, PRESENCIA, Y AUN EL ADVERSARIO, HUYE DE NUESTRAS VIDAS, PUES NO HAY ARMADURA MAS PODEROSA, QUE LA QUE DIOS NOS PONE, EN LA VIDA EXISTEN CIRCUNSTANCIAS CRUCIALES, PERDEMOS DE PROPNTO LA ESPERANZA LA FE, Y NOS ENTROMETEMOS DENTRO DE UN TORBELLINO QUE NOS LLEVA A CONFUCION, PERO CUANDO DEJAMOS EN MANOS DE DIOS EL CONTROL DE NUESTRAS, VIDAS, CUANDO LE ENTREGAMOS EN FE AL PADRE TODO, EL SE ENCARGA DE QUE » CAMINEMOS EN PAZ EN MEDIO DE LA TORMENTA » RECORDANDO SIEMPRE, QUE LO QUE DIOS TE HA DADO NO EXISTE DEMONIO QUE TE LO QUIERA O PUEDA ARREBATAR, APRENDAMOS A BENDECIR A NUESTROS ENEMIGOS, DE ESA FORMA RECIBIRIMOS MUCHAS MAS BENDICIONES, SALUDOS

    Responder
  7. Gracias por este relato, el cual se refleja en muchas madres en los hospitales, cuyo sentir solo es orar, esa oracion que les fortalece, y da fuerzas para seguir luchando con nuestros hijos en diferentes circunstancias. Definitivamente que a de ser muy duro vivir la experiencia de un hijo con esta u otra enfermedad dificil, no he pasado por ello pero el amor que siento por mi hijo me ha hecho llegar casi a las lagrimas al leer este articulo, porque se el dolor de una madre es tan fuerte como su amor. Ahora midamos el amor de esa madre, entonces pecemos su dolor¡ no, no hay como, pero ese amor, esa fe en Dios, hara que todo salga segun su voluntad.
    Hace algunos años murio una hermana despues de año y medio de mucho sufrimiento. Mi madre una mujer de mucha fe, lloro poco, yo era aun muy joven y no comprendia el porque de su poco llanto y le pregunte, su respuesta fue. «Mi hija sufria tanto que le pedi a Dios que si no tenia cura, no me la dejara seguir sufriendo y murio al siguiente dia» Esto me impacto, pero a us vez observe que lo decia con mucha fe y amor. La fe y amor de mi madre me han acompañado siempre y cuando algo sale mal a mi parecer le digo a Dios que se haga segun el considere es lo mas conveniente para todos los involucrados, aun cuando la solucion no me sea favorable. Dios, nuestro Padre es lo mas grande y todo con fe es posible. Solo hay que saber pedir. A todas las madres que sufren un fuerte abrazo con mucho amor.

    Responder
  8. Hay veces que solamente tenemos que esperar a que Dios se manifieste. Su amor siempre está ahí y los sufrimeintos que padecemos tienen un propósito en la vida. Solamente tenemos que descubrirlo. Y esto no es fácil. Solo se que la oración trae paz, aumenta la fe y ves las cosas desde otro punto de vista. Y la mano de Dios nos guía sin que lo odamos ver en la mayoría de las ocasiones. Tengamos fe y lo demás vendrá.

    Responder
  9. hOlA!! Kerida amiga la verdad felicidades por tan lindo mensaje, el cual ha llenado mi vida y deseo tanto q siempre st presente en mi,, pzz se ke he tnido momentos en los cuales mi fe a fallado a veces he llegado a dudar si Dios realmente existe,, pro pido perdon por esos malos pensamientos q han llegado,sabs yo me descuide mucho de la Presencia de Dios el Espiruto Santo siempre reflejava en mi, he stado falta de oracion, falta de leer la hermosa palabra cosa q no hago, me he dedikdo a otras cosas, como lo es mi trabajo, estudios, y mi primer año d Universidad me fue tan mal q lo perdi,,ahora stoiii repitiendo pero siempre sta tan present ese llamado d Dios q siento q me dice q m dedik a el no a otras cosas, la vdd yo kiero encontrar una solucion, m stoii dscuidado nuevamente en la Universidad por q no se hay algo en mi q me dice y hace sentir q no voii a poder lograr star ahi pero se q eso es puras tranpas del enemigo y mi fe no ha crecido, lo q mi korazon anela es star mas en la presencia d Dios dedikarme solo ah el,vivier en su presencia…y pzz kiero q mi fe aumente para llegar a lo q realmente DIos kiere en mi…
    slds..y abrazos…

    Responder
  10. Hola Rebeca me encanto tu articulo mi bebe de 3 meses tambien le diagnosticaron azucar el ahora tiene 6 ya no se ha sometido a otros tratanmientos porque se que el divino niño me lo sano todo se puede en Dios que lo fortalece y admiro tambien tu fe porque se que tu bebe va a sanar comparto contigo este articulo lo unico que puedo decirte es que resiste un dia al abrir tus ojos te daras cunta que todo fue un mal sueño y que Dios te desperto para vivir tu vida plena con tu hijo todos tenemos una mision en la tierra que algunos no la hemos descubierto y somos especiales para los ojos de Dios y debemos siempre servirle con mucha humildad y alegria te deseo todo lo mejor y que Dios te bendiga y como dijo Jesús tu Fe te ha sanado!!!CONFIEMOS

    Responder
  11. Buen articulo siempre debemos de tener fe, a veces la he perdido cuando veo que las cosas salen mal, pero siempre me mantengo fuerte, siempre tengo que pedir mucho a Dios con mucha fe, solo él sabe las tribulaciones de mi corazon, al leer este articulo vi que no solo era yo que pensaba de esta forma, como que de repente nos resbalamos y caemos y ahi está Dios llamandonos y diciendo «Ven aqui estoy toma mi mano y levantate ya no sufras». Gracias por tan bello articulo. Dios las bendiga hoy y siempre.

    Responder
  12. Dios espera de nosotros un arrepentimeinto muy grande,en el cual nosotros los seres humanos debemos reconocer que somos pecadores y como tal tenemos la oportunidad de cambiar,de decirle a Dios aqui estoy postrado ante ti para aser tu santa voluntas.
    Dios es un Dios de amor que nos esta esperando con los brazos abiertos.
    En el mundo entero han estado pasando cosas que son señales de Dios que ya esta cerca,.doblemos nuestra rodillas y oremos todos juntos para decirle a Dios Padre mio perdonanos por todo el mal que hemos echo.
    Dios es comprensiòn es el mejor amigo que tenemos,ya que el no nos deja solas,Dios es unico y vida eterna.
    Es el momento en que nos pongamos en oraciòn y el con su misericordia puede cambiar nuestros corazones por un corazòn lleno de amor al proximo.
    El tiene compasiòn por nosotros porque somos sus hijos y nos ama como tal,no lo neguemos ya que gracias a el estamos en la tierra y tenemos vida.

    Responder
  13. Este articulo me ha movido mucho, a mi hija hace un mes le detectaron lupus heritomatoso afortunadamente y a Dios gracias la enfermedad no ha hecho demasiados estragos, pero la enfermedad siempre estará ahí, me han dicho que durante un año o posiblemente dos ella estará en tratamiento que le da muchas esperanzas de una vida «normal», el tener que estar siempre fuerte frente a ella y toda mi familia siempre con una sonrisa que no denote mi tristeza, el tener que desgarrarme por dentro cada que ella sufre o la veo muy cansada, lo único que me consuela es Dios que sé que él esta con nosotros que si él nos ha enviado esto es por que hay alguna misión que cumplir; es un poco incomprensible mi hija durante el embarazo, no iba a nacer tuvo muchos problemas y sangrados constantes los médicos me decían que mi bebé no se lograría, al llegar a los ocho meses y medio me enviaron a hacerme un ultrasonido,yo no sabía que sería una niña quería mantener la emoción para el esperado día, una noche antes de hacermelo soñé con un ángel y él me decía que tendría una niña y que esa niña se llamaría Elizabeth, al siguiente día fui a realizarme el estudio y con la curiosidad pregunté si era niño o niña y cual fue mi sorpresa que me dijeron que era una niña, fui directo a un libro de significado de nombres ELIZABETH: LA QUE PROPAGA LA PALABRA DE DIOS, y ahora esto que le esta sucediendo es por que hay algo guardado para ella, aunque sea algo muy doloroso y trato de aceptarlo aunque se me desgarra mi alma por dentro pero el amor a mis hijos y la fortaleza de Dios conmigo puedo seguir adelante. gracias por permitirme compartir esto y que Dios los bendiga a todos.

    Responder
  14. QUERIDAS AMIGAS TODAS:

    Infinitas gracias a todas por su participación es tan hermoso tema que nos ha traído nuestra respetable invitada especial Rebeca Byler.

    Infinitas gracias a todas por sus comentarios, aunque no es un tema de discusión o debate, hemos leído todos sus comentarios y nos complace de sobremanera comprobar una vez mas, que las mujeres sabemos reír y llorar, pero sobre todo sabemos que quien obra en nuestra vidas, es esa fuerza divina que nos sostiene en el día a día.

    En nombre de nuestra querida Shoshan, de nuestra invitada especial Rebeca Byler y el de esta servidora de ustedes, gracias a todas por hacerse presente, sigamos unidas en el amor, la fe y la confianza en Dios.
    Amiga siempre:
    Amanecer cautiva.

    Responder
  15. Queridas amigas, que precioso mensaje trajeron este dia, creo que lo unico que puedo decirles es que como lo cita nuestra santa Biblia «TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE», nunca lo olvidemos, porque el ha dado demasiadas muestras de su amor y su poder y aun asi nosotros/as no queremos entenderlo.

    El se hace presente cuando pides de corazon y te aseguro que si confias en su palabra el te sanara y liberara.

    Pasen un precios dia. 😛

    Responder
  16. 😉 Gracias por el articulo esta hermoso y a mi en lo personal me pasa que tengo mucha fe pero escondida, a veces no se por donde empezar o como hacerle, es por eso que siempre pido a Dios que me ilumine, que me aclare las ideas para saber lo que realmente quiere que yo haga en esta vida…..

    Responder
  17. Hola queridas amigas e invitada especial:
    Saben, hace mucho tiempo que quería escuchar esto, yo también por un tiempo me dedique a leer la palabra y poco a poco dude por los hechos que transcurrieron en mi vida. Ahora, gracias a Dios, y con todo este comentario me he dado cuenta y he reflexionado que Dios siempre está con nosotros y somos nosotros los que fallamos y no confiamos porque queremos ver hechos a corto plazo y materializados. Que pena pero yo llegue a pensar que Dios se habia olvidado de mí, pero algo en el fondo me decía que no, y nunca deje de hacer mi oraciones. Ultimamente, he dejado fluir las cosas y hoy con mayor razón sé que así debo de seguir y nunca más perder la fé y desde luego la acciones par ser mejor persona, mejor ser humano,y creer que Dios nuestro Señor sabe porque hace las cosas. Muchas gracias por este fabuloso tema es algo que siempre quise escuchar, sin prejuicios, sin condenas, sin fanatismos, sin juicios llenos de baños de gloria, por fín escucho a una persona que acepta que de repente perdió credibilidad como cualquier mortal que se pregunta los porqués,no saben que bien me ha hecho reflexionar sobre este tema. Felicidades. Me han hecho el día. Saludos.

    Responder
  18. Mis bendiciones a la articulista. Yo creo. Tengo fé. Amó a nuestro Padre Todopoderoso y creo en nuestro Señor Jesucristo. Esa fé es la misma que tenemos los hemanos en Cristo, hijos de Dios Bendito.

    Los amo como el Señor Jesucristo lo ordenó durante su ministerio.

    Responder
  19. Esta historia es realmente inspiradora..y te hace pensar una y otra vez en la veracidad del Evangelio..en la veracidad de que somos salvos..gracias al poder del Espíritu Santo ..gracias a Jesús..sanador-salvador-dador de vida..
    La vida es un constante aprendizaje..tenemos libre albedrío..somos nosotros los que decidimos la dirección que tomamos..hacia el camino fácil..o hacia la perfección y salvación con Cristo Jesús..
    El amor es el sentimiento más perfecto de la tierra..y Jesús nos ama..amemos la vida..el planeta..y a todos por igual..
    no es fácil nadie dijo que lo fuera..pero nuestra alma sentirá un regocijo indescriptible al intentarlo..
    te quieres anotar en el libro de la Vida??
    sigue a Jesús siempre y lo lograrás..
    Todo es posible con fe..

    Responder
  20. Jesus esta fortaleciendo a esta mujer que durante muchos años le dio la espalda… siempre escuché una vocesita en mi interior que me decía.. no lo hagas!, eso no te ayudará! este hombre no te conviene! detente, mejor termina esa relación destructiva! etc, etc… y ahora que Gracias a mi Padre Dios soy Cristiana, he comprendido que mi Señor siempre estuvo tratando de ayudarme, me mandaba señales que yo no quería ver ni escuchar por medio del Espiritu Santo… ufff! de cuanto me arrepiento, pero sé que mi Señor no solo perdona sino que tambien reconcilia.. y yo me he reconciliado con él, y he puesto toda mi vida, mis miedos, mis rencores, mis triztesas y todo en sus manos, ya que su Voluntad es perfecta y agradable. Dios los bendice a todos.

    Responder
  21. queridísima amiga:

    Tu página es de gran belleza, sinceridad, intelectualidad, y capacidad como pocas, que he visto, puesto que cubres todas las áreas que tenemos los seres humanos y que juntas hacen el todo

    No has descuidado ninguna de ellas o mejor dicho has tratado a todas ellas con una seriedad y sinceridad poco común…

    Considero que el Espíritu de Dios está contigo, porque tus palabras llegan y calan hondo en cada persona que leemos tus escritos

    Que Dios te Bendiga y te conceda fortaleza para seguir en este camino de Amor y entrega

    😀 😳

    Responder
  22. MARCOS 11:22-24
    Respondiendo Jesús, les dijo: Tened FE en Dios.

    Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte:
    Quítate y échate en el mar y no dudare en su corazón,
    sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

    Por tanto, os digo : que todo lo que pidiéreis orando,
    creed que lo recibiréis y os vendrá.

    MARCOS 5:36
    Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al Principal de la sinagoga:
    No temas, cree solamente.

    LUCAS 1:37
    Porque nada hay imposible para Dios.

    MARCOS 9:23
    Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

    JUAN 11:40
    Jesús le dijo:
    ¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?

    LUCAS 18:27
    Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.

    MATEO 8:13
    Jesús dijo al centurión: Ve y como creíste te sea hecho.
    Y su criado fue sanado en aquella misma hora.

    MATEO 9:28-30
    Llegado a la casa, vinieron a El los ciegos; y Jesús les dijo:
    ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron; sí, Señor.

    Entonces les tocó los ojos, diciendo: conforme a vuestra fe os sea hecho.
    Y los ojos de ellos fueron abiertos.

    1 JUAN 5:4
    Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo;
    y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra FE.

    EFESIOS 3:20-21
    Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas
    mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos,
    según el poder que actúa en nosotros,

    A El sea gloria en la Iglesia en Cristo Jesús
    por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

    Gracias muchas Gracias!!

    Responder

Comenta, tu opinión también es valiosa: