La mayoría de las personas tenemos buena afinidad con nuestros padres. Aun cuando nuestro padre pueda estar lejos, su figura paterna ha marcado profundamente el rumbo de nuestras vidas. Para muchos, hablar del padre no tiene ni importancia ni relevancia, y por ello no es necesario culpar a nadie ya que el brillo de la madre suele ser tanto más poderoso que llega a opacar a nuestros papás.
Muchas veces el padre provoca tantas controversias que nos hace pasarlo mal tanto a la madre como a los hijos. Hay padres que en lugar de sembrar amor, siembran distancia, ausencia e incluso hastío.