Mujeres… ¿sexo-servidoras? Publicado por: Doral 1 agosto, 2007 145 Comentarios Compartir ! tweet Amigas queridas, hoy vamos a tratar un tema considerado del género “tabú”, y más aún cuando es debatido entre mujeres, pero es igual… Trataremos este interesante tema comentándolo ampliamente, sin tapujos, ni pelos en la lengua. Cuando alguien escucha o lee esta palabrita compuesta y comprometedora “Sexo-servidoras” seguramente se irá con la idea de que se trata de mujeres que ejercen con libertinaje la prostitución, pero se equivocan lamentablemente y vamos a verlo ahora mismo: La mujer al enamorarse, lo primero que hace es estar disponible para atender a su pareja en todas sus solicitudes, y siempre da más y mejor de todo lo que su hombre le pueda pedir y a veces hasta llegar a exigir. Ellas no esperan a que su pareja les pida comprensión, atención, respeto, fidelidad, cariño, devoción a la relación. La mujer enamorada toma la decisión e iniciativa de entregarlo todo por amor, se entrega “hasta las chanclas”, incluso a veces sin ser correspondida en la misma proporción. Las mujeres enamoradas siempre están dispuestas a compartirlo todo, entregan su cuerpo, alma, sentimiento, razón y más… por amor, aún sin que se les solicite, porque ya llevan por defául en su propio amor, todo el caudal de virtudes que se constituyen en belleza física e interna, misma que le da a la mujer, toda la capacidad para servir desinteresadamente por amor a su pareja, y sin pedir nada a cambio. ¡Eso es glorioso! El amor que siente una mujer bella, no es un producto o servicio que se pueda ofrecer y hasta vender al mejor postor, aunque haya algunas que desgraciada y lamentablemente sí lo cambian por dinero. No es nada extraño de ver en nuestro mundo, ni debemos de alarmarnos, porque algunas semejantes sí se abaraten de tal forma. Algunas por necesidad, otras por chantajes, otras por dominio e imposición, otras por manipulación y explotación de hombres vividores, (Tratantes de blancas, o chulos se les llama), u otras por costumbre, hábitos, vicios o malos ejemplos, otras por gusto y otras hasta por experimentar solamente. – ¡Qué triste decirlo de ésta manera! - Mujeres que están expuestas a todo tipo de privaciones, humillaciones, vejaciones y hasta de infecciones virales, y nos guste o no; debemos y tenemos que reconocer que la mujer que mal anda…¡mal acaba!. No hay remedio, tenemos que decirlo así, aunque suene burdo, soez e ingrato. Y en éste marco: ¿Cómo se podría considerar entonces también a algunos hombres que hacen exactamente lo mismo con las mujeres que tienen que pagar para obtener un momento de placer?, porque existen señores que también se venden, y muy caro por cierto. Ellos son astutos y hábiles en el arte de la seducción, unos gígolos de primera clase para ofrecer sus servicios de compañía masculina. Pero sin rayar en la exageración, debemos reconocer que también hay hombres muy honestos, que no se prestan ni se prestarían jamás, a ésta clase de actos aberrantes, por demás prosaicos y vulgares, aunque la sociedad lo considere “Un mal necesario”… Vaya necesidad… ¡me entero! Sin embargo; y por conclusión, el concepto de: “Sexo-servidoras”, no implica necesariamente tener que aceptar que todas las mujeres del mundo podrían caer tan bajo, por el sólo hecho de entregar su cuerpo… ¡OJO!, la mayoría de las mujeres entregan su cuerpo por amor, (¿es éso acaso un delito?), aún siendo vírgenes o no físicamente, y por sentirse “clavadas” o cautivas de tan hermoso sentimiento que se llama: “AMOR” ¿No es éso, un acto o servicio incondicional y gratuito? En un matrimonio por ejemplo: Es cierto que el hombre debe aportar dinero para su casa, y que es la mujer quien tiene la responsabilidad de saber administrarlos correctamente, pero éso no implica ni indica que ella esté “vendida” o se haya “vendido” a su hombre. strong>Ella firmó un contrato al casarse, aceptando anticipadamente el DON de pertenecerle en cuerpo, alma, sentimiento y razón a su señor esposo, eso es totalmente distinto, porque también su hombre al firmar el acta matrimonial, se donó voluntariamente a ella, le pertenece a ella completamente. Ambos de común acuerdo hicieron ese pacto de entrega recíproca y desinteresada para vivir juntos el resto de sus vidas, haya sexo o no entre ellos; pero “SE SIRVEN” mutuamente, y éso es innegable e irrebatible. Entonces, finalizo este tema, haciéndome una pregunta: ¿Se le puede considerar “Sexo-servidora” a una mujer que por vía legal y honesta, ejerce su sexualidad (a la cual tiene todo el derecho del mundo) con su legítimo esposo y compañero? Creo que ustedes mis amigas, a estas alturas de lo aquí expuesto, tendrán ya una respuesta y mucho me gustaría conocer vuestras valiosas opiniones, que espero sean francas, abiertas y sinceras, no hay que tenerle tanto miedo a las palabras. ¿De acuerdo mujeres bellas? Mis respetos y cariño. Doral. matrimonio relación sexual servidora servidoras sexo sexo-servidoras sexoservidoras 2007-08-01 Doral Compartir ! tweet