Hay cicatrices que se quedan en la piel, como testigo fiel de un hecho, un sentimiento o un mal momento… cicatrices que a diario te recuerdan un ayer, que te dan personalidad y aprendizaje de la vida.
Yo tengo una cicatriz, pero en el alma: día a día me recuerda que el amor estaba en mí, que entre mis manos tuve hermosos sentimientos que cada día se hacían más fuertes y bellos… hasta que el destino los arrancó de mi lado y quedé sola, con un triste y tempestuoso ayer, pero lleno de momentos que a través del tiempo fueron suavizando mi alma, corazón y ser.
Me volví callada y taciturna, olvidé lo maravillosa que es la vida, la maravilla del sentir y del amar… y mi corazón contrito quedó por aquél amor perdido. Cerré mi alma a cualquier sentimiento bueno y no quise volver a amar jamás. Dejé que todo siguiera su curso, pero ya sin aquella ilusión, egoístamente olvidé agradecer a Dios por todo lo que tenía, no me daba cuenta de lo maravilloso que era poder vivir y respirar… No apreciaba el canto de las aves que cada mañana me despertaban a un nuevo día, ni el tic tac de mi corazón que Dios me regalaba. La verdad es que no sabía apreciar ni valorar nada de todo lo bueno que aún me quedaba.
Pero hoy, al abrir los ojos, sentí que todo el ayer se quedaba en eso: en el pasado. Y sentí la necesidad de cerrar de nuevo los ojos y decir “¡GRACIAS SEÑOR!… por la oportunidad que me das de sentir, de oler, de respirar, de mirar todo lo hermoso que pones ante nuestros ojos para decirnos que existes y estás para amarnos”. El pasado a veces nos abruma de tal manera que las cicatrices del alma nos impiden vivir y amar; nos encerramos en ese mundo de oscuridad en donde no damos cabida a nada más que nuestro dolor y ¡no pensamos!… ¡ni actuamos de manera coherente!
Sé que es difícil dejar atrás las cicatrices, pero al menos hagamos el intento de ser felices, hagamos el intento de sonreírle a la vida, ¡y de no claudicar! Así que, aunque caigamos una y otra vez, levantémonos y sigamos en ese intento, que lo maravilloso de todo no son las caídas sino la manera en que nos levantamos una y otra vez. Hay que sentirse orgullosos de nuestras cicatrices, que son el fiel reflejo del ayer vivido, quizás no nos fue tan bien como esperábamos… pero son reflejo de que sí hemos logrado vivir. Entonces, aquí lo que realmente importa, es que sonrías de ese ayer que te hizo daño… y aprendas a ser feliz.
© Autor: Edith Cervera.
Que hermosisimo apenas para mi en este momento y si todo eso es cierto tenemos que seguir viviendo no se acaba la vida por un mal amor y las cicatrices son para hacernos mas fuertes cada dia
AMIGA LARY, BUENOS DÍAS.
Con un abrazo de amistad, te damos la bienvenida a este nuestro rinconcito de amor.
Gracias por tomarte tu tiempo y dejarnos tu comentario de inicio a este nuestro tema que nos ha traído nuestra amiga Edith Cervera.
Ni más ni menos mi amiga, es hermoso superar los momentos de dolor supremo, nos damos cuenta muy pronto que si, si se supera el dolor, como siempre pensando que no podemos permitir que quien ya no está, siga haciendo daño a nuestra vida, cada experiencia nos deja lecciones que de aprenderlas bien, nos evitara cometer los mismos errores.
Se agradece en todo lo que vale tu presencia en nuestro portal de amor, te esperamos.
Amiga siempre:
Amanecer cativa.
Yo tengo muchas cicatrices que alguna vez yo mismo me ocasiones por querer a alguien que no me quería, sin embargo hoy vivo con ellas y la experiencia y mi perseverancia me han ayudado a seguir cada día con más entusiasmo a lograr y aprender cosas nuevas.
Las cicatrices no te matan y lo que no te mata te hace más fuerte, y el día de mañana lo que no te mata te hace muy feliz.
Saludos desde Milán, Italia.
AMIGO ALFONSO KURI, BUENOS DÍAS.
Nos da gusto leerte de nuevo.
Definitivamente que si, muchas de las cicatrices nos las provocamos a sí mismos, nos empeñamos muchas veces en no ver la realidad, porque a ti al igual que a muchas de nuestras amigas, los/as mantiene la esperanza de que un día las cosas van a cambiar, la cicatrices emocionales nos guíen a un futuro sin cometer los mismos errores.
Se agradece en todo lo que vale tu presencia en nuestro portal de amor, te esperamos.
Amiga siempre:
Amanecer cautiva.
Un mensaje muy profundo y lleno de un gran aprendizaje, la vida vale la pena vivirla viivirla plenamente sin olvidar que lo mas preciado que tenemos es nuestra persona y que de ella debemos hacer nuestra mejor obra,. Son muy difíciles esos momentos porque siente uno el mundo caerse, sin embargo con el paso de los días, semanas, meses años, son meramente un recuerdo el cual se convierte en experiencia y aprendizaje para nuestra vida y que nos permite levantarnos y salir adelante.
QUERIDA AMIGA ADRIANA, BUENAS NOCHES.
Con abrazo fraterno, te damos la bienvenida a este nuestro portal de amor.
Ni más ni menos mi amiga, siempre he pensado que la persona más importante en el mundo eres tú misma, es cada ser humano y es cada uno quien debe darse el valor como persona, como ser humano, creo que sería muy difícil encontrar a alguien que no haya tenido algo o alguien por quien llorar, sin embargo tal y como tú lo dices, la vida debemos tratar por disfrutarla, con sus altas y bajas, teniendo en cuenta que si bien es cierto los recuerdos quedan, se llega el momento que ya no nos lastiman, lo dicho, cada obstáculo o contratiempo que se nos presentan en la vida, nos deja un aprendizaje que nos hace crecer emocionalmente y por supuesto, nos hace más fuertes y aprendemos que no hay caída tan fuerte de la que no te puedas levantar, tampoco eres tan débil para no sostenerte en pie y hacerle frente a las eventualidades normales de la vida diaria.
Se agradece en todo lo que vale tu presencia en nuestro portal de amor, te esperamos.
Amiga siempre:
Amanecer cautiva.