La llamada interior

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Entre el ajetreo de la vida, casi no tenemos tiempo de pensar y observar las cosas más sencillas y básicas de aquello que nos rodea, y mucho menos, de mirar y observar nuestro interior. Pero hacerlo puede ser liberador.

¿Quién eres tú realmente?

¿Te has preguntado alguna vez quién eres, quién hay realmente detrás del nombre que tienes, detrás de la cara que ves ante el espejo, y de lo que la gente conoce de ti?

Tal vez has estado demasiada ocupada en cosas de la faena diaria y no has tenido tiempo para detenerte a pensar en ello. Lo entiendo. La sociedad nos lleva a vivir con el estímulo de la rapidez no solemos pensar en estas cosas.

Meditar en quién eres no es una pérdida de tiempo:

Espero que puedas darte cuenta de que, a veces te encuentras extasiada por detalles casi imperceptibles de la vida: De repente miras una flor, un pájaro, las patas regordetas de un cachorro, un anciano disfrutando un café, o una taza de tu alacena; y tienes la necesidad de mirarla otra vez, una vez más porque sientes que eso que miras te está diciendo algo más, te trasmite algo que no habías recibido en el día, una comunicación invisible que te lleva a mirar, y mirar. Son segundos, solo segundos nada más. Pero por dentro son oleadas de eternidad. Luego te desenganchas y sigues la vida. Pero muy a menudo se repiten estas experiencias. Momentos tan sencillos y puros, que después de vivirlos experimentas un sentimiento de renovación.

Es bueno poder divagar la mente unos instantes:

La vida nos consume, necesitamos escapar de lo que nos rodea y poder encontrar un poco de paz interior. Nuestras mentes se agotan de tanto pensar, resolver, buscar, pelear, mentir, ocultar, aparentar, soportar. Ya no damos para más. Y cómo en la vida todo está lleno de gente y ruido, la mente le pega un grito al alma, y le pide “ey, échame una mano”, “no puedo más”, “no aguanto más todo lo que me rodea” …y tu alma sale al rescate presentándote espacios maravillosos como vías de escape.

Momentos de mirada interior:

En esos instantes te nutres de lo que realmente eres, de energía infinita y pura, de amor sin límites, sin palabras, de sensación y no de explicación y te sumerges a tu mundo interior desconocido por los sentidos, y te das un chapuzón en la conciencia de Dios y luego emerges a la cotidianidad.

Lo que el interior desvela:

Cuando empiezas a explorar estas situaciones en tu día a día, es porque el mensaje es claro, la vida te llama a que te mires, a que te encuentres, y en especial, que te acuerdes de ti misma.

Ahora bien, también tendrás sensaciones encontradas porque en la superficie, pese a tener éxito y las cosas por las que luchaste, sentirás algo parecido a un vacío. Ese hueco que se siente es la llamada del universo, que te anuncia que estás despertando a una nueva forma de observar y sentir la vida. Estas iniciando el camino de conocerte a ti misma, lo cual te acabará llevando a descubrir que eres capaz de vivir en alegría y armonía.

Busca respuestas en tu interior:

A medida que aprendas a permitirte divagar la mente mirando en tu propio interior, muchas de las cosas que te han sucedido adquirirán sentido, incluso algunas que te fueron desagradables, pues con ello acabarás dándote cuenta de que había algo que aprender de la experiencia, que no tienes porqué buscar culpables, ni siquiera en ti misma. Cuando por fin te atreves a buscar en tu interior, descubres que hay mucho más que aprender.

Autor: Chuchi Gonzalez
Copyright © 20 septiembre 2020, autor: Chuchi Gonzalez – www.TodaMujerEsBella.com


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