Si hay algo que eventualmente surge en la mente de los hombres, es la idea de que las mujeres somos víctimas. Mejor dicho, que nos hacemos las víctimas, que de algún u otro modo, es una característica propia del sexo femenino, que debemos traer algún gen que nos lleva a comportarnos de esa manera; pero la realidad es que no, no y no. No estamos determinadas genéticamente por ningún gen, mejor aún no es biología, sino cultura.
Una mujer como tú… como yo
Todas las mujeres somos diferentes, somos de diferentes colores y formas… pero todas somos muy especiales.
Somos MUJERES, seres con gran alma y corazón, luchadoras y trabajadoras; no bajamos los brazos a la primera piedra que nos tiren, al contrario, nos enfrentamos al enemigo con nuestra mejor arma: nuestra fuerza interior, nuestra DIGNIDAD de ser MUJER.
No por ser mujer soy menos
Hay mujeres que a lo máximo que aspiran es a tener y mantener a un hombre a su lado. Otras mujeres, cada vez más, nos atrevemos a querer más, a desear más, y a soñar con más. Hemos descubierto que las mujeres podemos lograr todo aquello que nos propongamos.
Motivos para no celebrar el Día Internacional de la Mujer
El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. En dicha fecha, muchas mujeres reciben una rosa o un regalito… a otras se les dice que son maravillosas simplemente por ser mujeres.
¿De verdad es este el modo de celebrar el Día de la Mujer? ¿Eres consciente de todo lo que aún nos queda por progresar para realmente festejar el día de la mujer?
La mujer de hoy
Con el paso del tiempo se ha llegado a la conclusión que los hombres se inclinan más hacia las mujeres que son de carácter fuerte, las que no se dejan dominar, las “independientes”.
La esposa perfecta
Aunque ahora nos avergüence decirlo, seguramente todas las mujeres hemos soñado alguna vez con ser “la esposa perfecta”.
¿Es comprensible seguir deseándolo? Y si lo fuese… ¿cómo se logra?
Mujeres… ¿quiénes somos?
Las mujeres de hoy no somos tontas, ni sumisas, ni necesitadas de un guía que nos diga qué hacer o cuánto valemos. Hemos aprendido a valorarnos y a apreciar quienes somos. Éstas somos las mujeres de hoy:
Día de la Mujer: No quiero rosas, quiero respeto e igualdad
Este Día de la Mujer tiene que ser diferente. No es aceptable que, a estas alturas de la modernidad, la historia y la vida, aún tengamos que vernos obligadas a reclamar por disfrutar derechos de igualdad. Esto se debería haber acabado hace años, sin embargo, aquí estamos aún, pidiendo lo que no tenemos: verdadera igualdad y paridad los salarios del trabajo.
Día Internacional de la Igualdad Salarial
Hoy por hoy, las mujeres estamos bastante molestas con lo poco que se nos reconoce nuestro trabajo por parte de una buena parte de nuestra sociedad. ¿Se han dado cuenta de que sin nosotras el mundo se paraliza? ¿Cómo así que, a pesar de todo lo que hacemos, recibimos tenemos una paga menor? ¡Queremos igualdad salarial!
No sigas rogando por su amor
No ruegues más: Le diste tu corazón, tiempo y sueños… pero él está cada vez más lejos. No sigas rogando, respétate, valórate, no te mereces seguir detrás de él.
Si no quieres que abusen de ti, toma las riendas de tu vida
En algún momento a las mujeres se nos apodó como el sexo “débil”, y con tanto decir que lo somos, nos lo hemos acabado creyendo y actuando como si lo fuésemos realmente. Y así, también hemos estado sufriendo abusos por parte de los hombres que se aprovechan de nuestra asumida debilidad.
Es el Día Internacional de la Mujer
¡Un año más queremos felicitarte, MUJER! Felicidades por ser especial, única, importante y relevante. Eres fuerte. Eres inteligente. Eres influyente. Eres mujer.
Uno de los lemas oficiales de las Naciones Unidas para esta celebración ha sido «Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030». Otros años, ha estado centrado en la PARIDAD (en la IGUALDAD entre hombres y mujeres). Diferentes expresiones para lo mismo, queremos paridad, 50-50.
La falta de independencia económica por ser madre a tiempo completo
Desafortunadamente, hay muchas mujeres que se sienten tristes por el trato que les da sus maridos, pues sienten que son dominadas por ellos puesto que ellas al no generar dinero. Si necesitan algo, tienen que pedírselo a él, y eso resulta bastante frustrante. La dependencia económica puede llevar a las mujeres a una situación de inferioridad respecto del compañero; incluso las lleva a un escalón de jerarquía más baja, a que la relación no funcione en términos iguales para los dos, sino más bien le pone a él en una situación de mayor autoridad, así como la del padre sobre la hija.
El despertar de la mujer que conoce su valor
¿Te has preguntado alguna vez por qué las mujeres, a pesar de ser quienes dan vida, han sido sometidas a roles secundarios a lo largo de toda la historia? O tal vez, ¿por qué se nos ha considerado siempre como el sexo débil?