Si nos pusiéramos a analizar despacio la forma en que se desarrolla nuestra vida, podríamos encontrar muchas razones para llorar sin control o para quejarnos y lamentarnos de noche y de día.
La vida diariamente nos coloca frente a situaciones que para nosotras o tienen arreglo: sueños rotos, amores frustrados, distancias, amores imposibles y la soledad por no encontrar amor. ¿Por qué lloramos?