A veces tenemos la sensación de que la vida nos trata muy injustamente, pero suele ocurrir que lo que nos pasa es consecuencia de nuestras decisiones y acciones. Si otra vez caíste en lo mismo, deja de pedir disculpas y madura: tienes que cambiar tu forma de actuar.
Dicen amar, pero son infieles
La infidelidad es y ha sido siempre un tema recurrente; miles de mujeres se quejan de haber sido engañadas, sin embargo y a pesar de todo lo que se habla y se dice, no hemos llegado al fondo de las verdaderas razones del porqué de la traición de nuestra pareja.
Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida
«Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.»
(Facundo Cabral)
Lo que más nos gusta (quizás lo único) de nuestros peores momentos es, al menos, poder quejarnos, echar las culpas a otros y sentirnos víctimas del mundo. Es muy relajante decir “tú me hiciste esto”, “tú me lastimaste”, “tú me arruinaste la vida”, “tú me engañaste”, “tú me defraudaste»….
Culpable de todo, culpable de nada
Todas las personas sabemos lo que es sentirse culpable por algo.
Hay quienes se sienten culpables por todo, y quienes parecen no sentirse culpable por nada… Los dos extremos son malos y conviene evitarlos.
En su justa medida, la culpabilidad nos ayuda a arrepentirnos, mejorar como personas, y a ser más consideradas con los demás.
Cómo superar la culpa que sentimos
Cuando nos damos cuenta de que hemos actuado mal, que por nuestra culpa alguien ha sufrido o sufre por nuestra culpa, nos sentimos fatal.
Tal vez dijimos las palabras equivocadas, tal vez juzgamos mal, tal vez tuvimos un accidente o no pensamos bien antes de actuar… Pero sea lo que sea lo que nos provocase este sentimiento de culpa… si es posible, intentemos repararlo.
Para librarnos del sentimiento de culpabilidad, nada mejor que intentar reparar el daño causado. ¡Hagámoslo!
¿Quién es culpable de una mala relación?
Por lo general, cuando nos referimos a los matrimonios y relaciones desintegradas, solemos señalar al hombre como culpable de nuestras lágrimas, dolores y desventuras.
Hacemos énfasis en el abandono que sentimos, en la tristeza que nos dejó por su marcha…
¿Pero, quién tiene la culpa? ¿Él, ella, ambos? ¿Quién suele tener mayor culpa si la relación no va bien?
Él me fue infiel, tú eres la culpable
Nos destroza el corazón enterarnos de que nuestra pareja nos ha sido infiel, todo se vuelve nublado y nos sentimos desoladas…
Todo pierde sentido, él no tenía porqué haber sido infiel, y si lo ha sido nuestros ojos no pueden evitar buscar a la amante, esa sucia mujer de quien deseamos vengarnos…
Declárate libre
Las mujeres tendemos a depender de los demás, especialmente del hombre en quien hemos puesto el corazón.
Esa dependencia suele limitarnos, nos crea remordimientos y sentimientos de culpabilidad por cosas que no debiéramos sentirnos así. Como mujeres fuertes y valiosas que somos, debemos aprender a libremente ser nosotras mismas.
¿Culpable yo?
¿Qué es la culpa? ¿Te has sentido “culpable” por algo? ¿Has repartido culpas con los demás?
Hay sentimientos de culpabilidad que podemos enfocar del modo equivocado, haciéndonos mal a nosotras mismas y a quienes nos rodean. Pero también hay formas de sentirse culpables para bien, para mejorar y progresar, creciendo como mujeres y personas.
Culpable de sentir culpa
La mujer siempre se siente culpable de todo y por todo. Si algo sale mal, si algo no salió como estuvo planeado, si algo ocurre, incluso un accidente… la mujer siempre se siente culpable.
Incluso cuando la mujer logra cumplir sus objetivos y obligaciones, por cualquier motivo se siente culpable. La mujer tiende a sentirse culpable de todo…
Culpable… ¿culpable?
*Artículo de perspectiva cristiana acerca del sentimiento de culpabilidad.
A veces ocurre que te comportas francamente mal. Tienes una mala semana o un mal día. Has hecho, dicho o pensado algo sucio. Has herido a alguien. Has sido egoísta. Has tenido mala actitud. Has vuelto a caer. Luego lo piensas y te tiras de los pelos, detestando lo que has hecho. Te das asco. Pero ya es tarde, te sientes absolutamente indigna, y sientes que no tienes ningún derecho a estar en la presencia de Dios… todavía no… estás bloqueada. Estás sucia. Te sientes culpable.
Culpable de todos los cargos.
El paso del tiempo
Hola mis amigas, ando un poco corta de tiempo pero no quiero dejarles sin lectura y me ha parecido que esta reflexión nos puede hacer muy bien leerla:
Pasa un año y otro año y otro año… quejándonos de las cosas que nos hacen sufrir, que nos disgustan, pero al mismo tiempo seguimos poniendo excusas para ser felices.