Si siendo una inocente niña recibiste maltrato por parte de tus padres corres un gran riesgo de acabar impartiendo el mismo trato sobre tus hijos.
Ahora eres una mujer adulta, tienes capacidad de diferenciar entre lo que está bien y mal, los buenos métodos de educación y los que generan secuelas de por vida.
En tus manos está romper con tradición familiar del maltrato en la infancia. No castigues a tus hijos con maltrato, piensa bien lo que haces antes de reaccionar contra ellos. Son inocentes, son niños.