Cada cual procuramos solucionar nuestros propios problemas, pero a veces necesitamos ayuda. Y sin embargo, a la hora de pedir esa ayuda, nos cuesta mucho, nos da verguenza y muchas veces callamos. ¿Por qué nos cuesta tanto pedir ayuda?
¿Quieres tenerlo todo y que Dios se encargue de dártelo?
A veces pedimos cosas a Dios y no las recibimos… ¿por qué será? Dios nos quiere y ayuda, pero hay cosas que debemos hacer por nosotras mismas.
Pedir sin exigir, dar por voluntad
Hay mucho que queremos y no obtenemos de nuestros matrimonios. Nuestras relaciones de pareja no son perfectas y quisiéramos recibir más…
Pero para recibir hay que aprender a pedir, procurar que la relación sea como de amigos, en las que nos escuchamos y hablamos las cosas. Debemos dar y escuchar si queremos ser recibir y ser escuchadas. Si lo logramos disfrutaremos más de nuestra relación.
El arte de saber pedir
Es curioso, pero según un reciente estudio del laboratorio Bayer Schering Pharma, los hombres son más manipulables y acceden mejor a nuestros pedidos y deseos después de las 18:00 horas.
Ahora que lo sabes, igual cambias de estrategia la próxima vez que quieras pedir algo… Pero, ¿por qué nos cuesta tanto pedir? ¿y cómo debemos pedir?