Hola mis amigas: Hoy quiero comentar algo que he estado pensado y puede que me encuentres la razón… Todos creemos que cada vez que extrañas a un ser amado debería ser sinónimo de dolor,pero creo que no es así.
Extrañar a alguien no puede hacerte llorar. Estar triste y melancólica sí. Es cierto que cuando amas mucho eso te causa una tremenda angustia, pero ¿sabes por qué?
Artículo de Lisania Meléndez-Rhoton, llegado a través de Brisita: Vivimos en un mundo obsesionado con la belleza. Doquiera miramos, encontramos un bombardeo casi constante de publicidad con titulares como «Pierde X kilos ( o libras) en 3 semanas», o «Cómo ser más atractiva con la dieta del limón ( o del tomate, o del pepino…)». Por alguna razón que no entiendo, a través de los años se ha equiparado el ser bella con ser delgada, o ser alta, o tener curvas, y mil cosas físicas más. Tanta es la obsesión que en muchos lugares están comenzando a dar talleres sobre la prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación (bulimia y anorexia)… ¡a los niños de primaria! O sea, que cada vez son más jóvenes los que comienzan a preocuparse por dar la talla frente a los cánones de belleza que impone la sociedad.
Hola amigas, aquí vamos con otro temita para que reflexionemos un poco. Muchas veces hemos escuchado comentarios como «¡Qué linda eres!»,¡qué bella eres! o ¡qué mujer!, etc..
Yo les diré lo siguiente: No somos más bellas porque nos ponemos lo último en moda. No somos más bellas porque tenemos el cabello muy brillante. No somos más bellas cuando nos vamos y gastamos todo nuestro dinero en caprichos para vernos aún más bellas…
Yo creo que ni un mago la podría contestar, mi respuesta voy a dar y espero su parecer. la belleza, a mi entender y no lo tomen a mal, es la belleza intelectual…
¡¡Esa es la que debemos ver!! ¡A la mujer intelectual!