“No pienso cambiar, siempre he sido así, y así se me debe querer. Si no te gusta, te aguantas”.
Debemos aceptarnos unos a otros tal como somos, no podemos pretender cambiar a los demás… pero podemos cambiarnos nosotras mismas, y debemos.
No somos piedras inmóviles, somos mujeres, tenemos capacidad de aprendizaje y de maduración. Si nos lo proponemos, siempre podemos cambiar y mejorar.