Algunas mujeres siempre acabamos junto a hombres que no nos convienen ni a nosotras mismas ni a nadie. Hombres destructores que no nos respetan.
No todos los hombres son así, pero todos los hombres que hemos tenido han jugado con nosotras. Somos como un imán para ellos. Si queremos encontrar algo mejor, tenemos que aprender a amarnos y valorarnos más a nosotras mismas.