La violencia es una de las prácticas más comunes que el hombre usa cuando quiere establecer su autoridad. La usa para dejar claro quien manda, quien grita, quien exige y quien “lleva los pantalones”.
Muchos hombres hacen uso de su fuerza para conseguir lo que quieren, aun en contra de la voluntad de su victima, y muchas veces esa victima es su propia esposa.