Las mujeres muchas veces tenemos miedo a desear ser felices, y a la propia palabra “felicidad”.
Tras esa palabra se encierran las llaves de todas nuestras penas, nostalgias y tristezas…
Miedo nos da la felicidad, y siempre tendemos a decir que no existe, que son trozos de nuestras, y es la verdad… nadie tiene la felicidad garantizada, pero tú puedes hacer que eso cambie.