El corazón se rompe, a veces por amor, otras veces por sueños no cumplidos o muchos más motivos…
Los pedazos de nuestro corazón quedan esparcidos por el suelo, roto, destruido y hecho añicos…
Duele, pero podemos agacharnos y recoger los pedazos de nuestro corazón… pegarlos de nuevo, recomenzar y luchar por un mañana mejor, un futuro en el que nuestro corazón encuentre la paz y la felicidad.