Dificultad en el hogar, con la familia, la economía, el trabajo, y tantas cosas más… Hay veces que no nos queda más que rogar que Dios nos ayude.
¿Cuando estamos tristes, dónde vamos?
Hola amigas, hoy les contaré sobre mí…
Cuando siento que mis fuerzas ya no dan más de sí y que cada paso que doy es en vano… sólo me queda Dios.
Es el único que nada me dice y al que puedo hablar de todo, puede ser que esto suene hasta tonto para algunas personas, pero cuando nada te salga bien en la vida, tus fuerzas ya flaqueen, y no encuentres apoyo, lo mejor que puedes hacer es buscar a Dios. Búscalo en tu cuarto cuando estés sola, cuando tengas un tiempo para reflexionar sobre tu vida. Si lo estás haciendo bien o mal sólo Él es la respuesta.
Si Dios me dio el sueño, me ayudará a cumplirlo
Puesto que siempre estamos desconfiando del gran amor que Dios nos da cada momento de nuestra vida, al menor tropiezo nos ponemos tristes y amargadas, poniéndonos a pensar que, aunque no lo merezcamos, nos ocurrirá todo lo malo que nos pueda pasar. Pero no, ¡tenemos que cambiar nuestro modo de pensar y ver la vida!
Esfuérzate, el Señor te ayudará
Ya llevamos unas semanas desde que se inició el nuevo año, seguramente pensarás que nada cambia y que todo sigue siendo igual… Hay cosas que quisieras cambiar, y te propusiste hacerlo, pero por mucho que luches y por mucho que lo intentes, sientes que lo que haces nunca es suficiente para lograr tus objetivos…
¿En qué fallamos? ¿Será expectativas irreales? ¿Pedimos cosas que no podemos tener? ¿Demasiado?
Recurrir a Dios en busca de ayuda, ¿por qué no?
(Artículo en perspectiva cristiana) Cuando sientes que ya no puedes más… cuando sientes que los problemas te rebasan y abrumada y cansada dices “Dios me abandona”, “ya no creo en él”… nuestro padre bueno te susurra al oído… “yo sí creo en ti”. Y así es, aun en las peores tormentas siempre existe alguien que nos toma en sus brazos justo cuando sentimos desfallecernos.
En espera del amor
Si tengo seguridad en mí misma, en mi potencial y en lo que valgo como mujer, yo sé que tarde o temprano encontraré el amor que tanto estoy esperando.
No voy a precipitarme, seré paciente, esperaré por el amor correcto, esperaré a estar segura de que es él.
Confío en que Dios tiene alguien especial para mí.
No le temamos a la soledad
“Son como los ojos que penetran a través de la niebla que confunde los objetos y difumina las verdades, y al atravesarla nos permite llegar a lo que verdaderamente es y a lo que verdaderamente importa, pues significa acallar toda clase de voces confusas y discordantes para que se pueda oír la Palabra viva, clara y penetrante!” (Federico Suárez)
Muchas veces le tenemos un miedo terrible a la soledad, pensamos que es lo más trágico que nos podría ocurrir, estar solos sin amigos, sin un amor que nos comprenda, pero no es así. Cuando comprendemos el verdadero sentido de la soledad es cuando más nos gusta.