Si la vida te parece apagada, falta de vida y de emoción… estos consejos te vendrán muy bien. 10 consejos para volver a emocionarte con la vida.
Sabemos lo que no quieres, ¿pero, qué quieres?
¿Qué quieres? ¿Qué es aquello que realmente quieres para tú vida? ¿Te lo has preguntado? ¿Algunas veces? ¿Nunca? ¿O simplemente te conformas con aquello que otros dicen que quieres? ¿Vas tras tus sueños o tras los sueños impuestos por tu familia o sociedad?
Siempre merece la pena intentar alcanzar nuestros sueños… aunque perdamos.
Dar un paso más, avanzar, buscar, correr, mirar… Nada pierdes cuando te arriesgas en la vida, pero sí puede salirte muy caro abandonar la lucha antes de tiempo. Cuando las cosas valen la pena, el riesgo está justificado. Merecemos un poco más, un intento más… al final, nos lo agradeceremos.
¿Quién era yo antes de ti?
¿Quien eras tú antes de estar con el hombre que compartes tu vida? ¿Cómo eras? ¿Tenerle te ha ayudado a ganar confianza en ti misma para emprender los proyectos y sueños que tenías? ¿O has sacrificado tu propia forma de ser para adaptarte a él?
Preguntas así debieras hacernos, no para deprimirnos y amargarnos, sino para motivarnos a cambiar, mejorar y progresar como mujeres valiosas que somos.
Cuando se nos rompe un sueño
Muchas veces nos hacemos el propósito de lograr algo, construimos sueños, los maduramos, y las mujeres somos tan intrépidas que hasta nos lanzamos seguras de lograr lo que queremos, y cuando no lo logramos sentimos que se nos viene el mundo encima para aplastarnos.
Si bien es cierto, que algunos sueños son irrealizables o inalcanzables, se requiere de nuestra firmeza y determinación para poder reconocerlo y aceptarlo. Por sí solos, algunos sueños jamás podrán ver la luz del sol por nuestros ojos, tenemos que forjarlos, no sólo construirlos con la imaginación.
Mujeres emprendedoras
Hoy tenemos una invitada especial, Paola Diaz, de Chicas Emprendedoras, que nos trae excelentes consejos para las mujeres-E (emprendedoras):
¡No Perdamos el Fuego, Emprendedoras!
Y sí… cuando llegamos casi a mitad de año, puede ser la época donde empezamos a tener las defensas bajas, el cansancio nos acosa, las energías nos abandonan y claro que esto no quita que las actividades continúen, sigamos con las obligaciones profesionales y personales. Me pregunté qué podemos seguir haciendo para no perder el fuego emprendedor.
Ya estamos a mitad de año… ¿Hiciste lo que te propusiste?
¿Se han fijado en que las hojas del calendario caen sin piedad?
Darme cuenta de ello me ha hecho preguntarme si puedo estar contenta y satisfecha con las cosas que he logrado y las que no logrado durante esta mitad de año.
– Estoy logrando cuanto me propuse: trabajo, armonía con mi pareja, reducir gastos, estar más libre para cosas que me interesan… etc.
– Nada he hecho, estoy hecha un lío, no logro encontrar la estabilidad en mi vida, mi trabajo no me llena, mi vida familiar es mala, no soy feliz, estoy frustrada con todo lo que me esta pasando, estoy cansada de dar y dar sin recibir ni una pizca de cariño al menos, comenzar cada día me parece un horrible sacrificio…
¿Cual de las dos te identifica más?