Un día decides enfrentar la realidad, pero a nadie le gusta descubrir que hemos amado a quien no se lo ha merecido nunca, que estamos en una vida equivocada, que él no es para ti y que por tu propio bien la relación debe finalizar.
Nadie tiene derecho a menospreciar el amor que hemos regalado, es natural sentir rabia al descubrir que se ha jugado con nuestros sentimientos.