A medida que crecemos, todo nuestro mundo establecido tal y cual lo conocemos se modifica, digamos que va creciendo con nosotros, de la mano con nuestros pasos y decisiones… y lo que conocíamos de memoria empieza a tomar un rostro diferente.
Aquellos encuentros con los amigos, las confidencias, los chistes internos, se suman al baúl de los recuerdos. Un día preguntamos ¿dónde quedaron esos Aquellos encuentros con los amigos, las confidencias, los chistes internos, se suman al baúl de los recuerdos. momentos? Y la respuesta es en la memoria. Como seres sociales, aprendices eternos, gustosos de los mimos y el calor afectuoso; debemos tomar conciencia que esos momentos de amistad y sobre todo en nuestra vida de adultos; rediseñan nuestros sueños, fortalecen el alma, y nos conectan con la chispa interior.