Todas, sin excepción, soñamos con una unión que sea “hasta que la muerte nos separe”.
Sin embargo, en las emociones e ilusiones del momento, no le ponemos atención a lo real, a lo humano.
Creemos haber logrado la unión perfecta, todo lo que nos hacía falta para ser felices, pero… ¿hemos pensado en los desafíos que el matrimonio implica? Uno de ellos y el más importante es descubrir con quién estamos casadas.