Siempre he pensado en los demás, he buscado complacerles, protegerles y ayudarles. A veces abusan, lo dan por sentado, lo exigen, y nadie piensa en mí. De ahora en adelante, lo haré yo.
Mirar con los ojos del corazón
¡Qué diferente sería nuestro mundo si mirásemos con los ojos del corazón!
De ese modo nos daríamos cuenta de que muchas de las cosas que suceden a nuestro alrededor, quizás provocadas por nuestros rencores del pasado, serían suavizados por nuestra forma de ser, y todo lo veríamos desde otra perspectiva, con mucha más bondad, incluso para con quien tanto daño nos hizo.

