Cuando nos sentimos solas somos muy vulnerables. Nadie desea estar sola, y sentir que nadie la ama. Es duro sentirse sola.
Por querer dejar de estar solas, por desear evitar la soledad y por vernos acompañadas podemos cometer enormes errores. Uno de ellos es el de engañarnos a nosotras mismas haciéndonos creer que el hombre que nos pretende o con quien estamos nos quiere y nos ama pese a todas las cosas que nos indiquen lo contrario.