Hablemos de nuestras amigas: Esas amigas que nos acompañan a la largo de todo el camino. Amigas del alma, amigas de siempre, amigas de la madurez, amigas que fueron, las que un día lo parecieron y las que aún están por llegar. La amistad es un tesoro sagrado, lleno de bendiciones e imborrables momentos compartidos que hay que cuidar con esmero y agradecimiento. La amistad, si es sincera, es un regalo de valor incalculable.
Madre, eres única para mí
Me ofreces la visión de tus sueños y los haces florecer en mí convirtiéndolos en canción, y me llenas el corazón de esperanzas revividas y renovadas que creía perdidas.
Mujeres, hombres… cuentos de hadas y sapos
Al final, a pesar del dinero, la salud y todo lo demás,
Buscamos un amor que convierta nuestras vidas en el cuento de hadas que nos contaron de niñas, donde el sapo se deja besar, se convierte en nuestro príncipe y se viene a vivir con nosotras.
No dejes para mañana los “te quiero”
A veces nos perdemos muchos momentos de la vida por vivir encerradas en nuestras emociones, en nuestras cosas, aferradas al trabajo o al hogar, dejando que el mundo gire… Hacemos como que no nos importa lo que suceda afuera, hasta que de pronto nos damos cuenta de que hemos dejado pasar momentos que de verdad valían la pena y no los hemos vivido por el simple hecho de estar encerradas en nosotras mismas. No expresamos nuestros sentimientos ni dejamos un “te quiero” o un “te extraño” a quien amamos, porque creemos que ahí estarán siempre esperándonos… pero no es así.
Sigo adelante, aun cuando me dejaste
El amor es el sentimiento más hermoso que podemos experimentar las mujeres. Ilusionarse da un nuevo giro a nuestra vida. Los días son más claros, las canciones de amor tienen un significado más profundo y los problemas cotidianos desaparecen.
Pero, ¿qué pasa cuando la persona que queremos decide terminar la relación de pareja que tenemos?Â
Los hombres y mujeres no somos enemigos
Las mujeres y los hombres no somos enemigos, al contrario, somos compañeros de vida. Si por la razón que sea, me mordió un perro, no diré “no me gustan los perros y a todos los odio y temo”, de igual manera, si un hombre te hizo un daño terrible, no generalizarás diciendo: “No quiero a los hombres, todos son malos, todos son iguales”.
¿Te avergüenza expresar amor y cariño?
Tal vez una de las cosas que más nos privamos a nosotros mismos, sea a expresar amor. La mayoría siente un cierto grado de represión frente al hecho de manifestar su amor de forma auténtica y genuina (y por amor me refiero a toda expresión de construcción, halago, reconocimiento y gratitud).
¿Qué es mejor, muchos o pocos mimos en el amor?
Algunas personas son felices con poca atención, pocos detalles, pocos besos y abrazos, poca compañía…Â ¡y otras personas, sin embargo, necesitan muchísimo cariño!
¿Podemos ser amigas de nuevo?
Esa amistad de niñas (las confidentes, las que todo se lo contaban, las que soñaban con envejecer juntas)… esa amistad se rompió. Las “súper amigas” dejaron de ser amigas: quizá por traiciones, desacuerdos, falsedades, intereses diferentes… Y ahora, al encontrarse en un bus o en la calle, se tratan como desconocidas.
Seguramente has pensado en algún momento: «¿qué sucedió?», «¿será que algún día podrá volver a surgir esa amistad que un día fue perfecta?» La respuesta es NO, pero sí puede ser el comienzo de una NUEVA amistad, igualmente hermosa.
Entre la familia y el trabajo
Si efectuáramos una encuesta y les preguntamos a 100 hombres cuáles son las dos cosas más importantes en su vida, una gran mayoría respondería que la familia y el trabajo. Si tuvieran que escoger, se decidirían por la familia, pero… para mantener una familia, es necesario mantener un trabajo.
Las necesidades de nuestra familia nos obliga a trabajar jornadas más largas, y en consecuencia estamos más tiempo fuera de la casa, y más aún cuando la familia depende exclusivamente del sueldo del esposo. Sucede lo mismo cuando es una madre soltera (o padre soltero) quien está a cargo de la familia.
¿Es posible educar a nuestros niños de una manera más amable?
A veces, nuestros hijos son las personas que tratamos con menos respeto