El amor no tiene formas, no tiene tiempos, no tiene limites. Cuando llega, no importa donde te encuentres, se aloja en ti y sólo debes saber cómo retenerlo y cuidarlo.
Nunca sabemos qué nos depara el día, y un día de esos en el que todo te sale mal, en el que no estás contenta con tu vida, sin pensarlo ni saber porqué encendemos el computador, nos metemos en una sala de chat, algo muy inocente de primera… y sin sin querer o sin pensar en ello, nos vemos envueltas en las redes del amor.